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Las expresiones de Shesnarda Quijije reflejan seguridad.

Dice que tiene una meta de vida: ser ejemplo de superación después de salvarse de morir en manos de un hombre con quien tras una relación de ocho años, y pudo escapar a tiempo.

Su agenda de médico odontólogo la mezcla con asistencias a eventos donde expone la terrible experiencia que vivió el 28 noviembre de 2023.

Por ejemplo, el pasado martes 26 de noviembre de este año asistió a un evento contra la violencia femenina que se efectuó en los bajos del Municipio de Manta.

Allí se declaró a Shesnarda un ejemplo para las mujeres que son víctimas de agresión.

El jueves 28 de noviembre también participó en un evento similar que la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (ULEAM) había preparado en horas de la tarde.

Las cicatrices que aún son visibles en su cuerpo ya no la cohíben, ahora dice que sabe que están ahí y tras superar sus miedos, la impulsan a llamar a otras mujeres para que venzan el temor para salir de lo que en algún momento podría ser causa de muerte, afirmó.

Shesnarda Quijije fue víctima de agresión por parte de su expareja Mauricio Carvache, a quien el Tribunal Penal de Manabí lo sentenció, el miércoles 1 de mayo pasado, a 17 años y tres meses de cárcel por tentativa de asesinato. Ese día Shesnarda pudo haber muerto, pero logró sobrevivir.

El ataque contra Shesnarda quedó grabado

Un video, que tiene duración de cerca de 20 minutos donde se muestra cómo se dieron los hechos y que fue parte del proceso que terminó con una sentencia, detalla cómo el agresor intentó acabar con la vida de Shesnarda.

Allí se observa cómo el agresor intenta matarla utilizando pedazos puntiagudos del vidrio de la puerta de la que antes era el consultorio de la víctima.

Ahora, Shesnarda se pregunta cómo pudo soportar una relación de ocho años que pudo acabar con su existencia.

Desde el proceso de recuperación de las heridas ocasionadas por el ataque y el tema jurídico tras presentar la denuncia, señaló que vivió situaciones muy incómodas e hirientes.

Por ejemplo, contó que en una casa de salud donde estuvo ingresada después del ataque, no se respetó su privacidad y observaba cómo el personal desfilaba por su habitación con el objetivo de saber quién era ella.

Incluso, dijo que un médico de la casa de salud prácticamente la culpaba de lo ocurrido con expresiones machistas.

Durante el proceso judicial, la que vivió situaciones desagradables fue su hermana Ámbar.

Ella sufrió presiones y hubo un tiempo en que no tenía la suficiente colaboración de las autoridades.

Se convirtió en símbolo de lucha

Shesnarda afirma que siempre fue capaz de poder lograr cualquier objetivo.

Y ahora, tras un año de lo sucedido, aseguró que después de pasar por una recuperación psicológica, física y personal, está más lista que nunca para cualquier reto.

Y uno de esos retos es demostrar que es un símbolo de lucha por lo vivido y para ser referente para las mujeres que viven la situación que ella vivió y que no se atreven a salir de ese círculo por vergüenza o temor.

“Puedo decir que volví a nacer, volví a la vida, y en este año, que ha pasado muy rápido, he tenido muchos aprendizajes que me permiten hablar del problema que viví”, expresó.

Shesnarda asegura que en nuestro país aún está arraigado el tema del machismo en los hogares.

Afirma que en las familias manabitas es algo común y se vive a diario en pequeños detalles que no se los identifica porque se cree que es algo normal.

Con la preparación que vivió, afirmó que ya puede identificar tales situaciones.

Dijo que ahora puede discutir sobre el tema y asegura no tener miedo en decir lo que piensa.

Por ahora su familia está tranquila, aunque sabe que ellos han llorado mucho.