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La instalación del radar en el cerro de Montecristi se manejará de manera reservada.

Esto se hará para que no ocurra lo del 7 de noviembre del 2021, hace dos años siete meses, cuando se reportó una explosión en el radar ubicado en el cerro y se dañó su funcionamiento.

Aquello generó una investigación a diez militares que hacían custodia en el área, también un peritaje en el que se demostró el sabotaje, y con este argumento se hizo la solicitud para cobrar el seguro.

Gian Carlo Loffredo, ministro de Defensa, manifestó que ya recibieron el pago del seguro, esto bajo la figura de terrorismo; daño malicioso y sabotaje.

Con ello, se espera que pronto el artefacto entre en funcionamiento.

Sin embargo, el ministro enfatizó que no se entregarán detalles referentes a lo que sucederá de ahora en adelante en cuanto a su compra, reparación o colocación.

“Precisamente por el mal manejo de información es que el radar fue afectado”, dijo Loffredo.  

Es por eso que respuestas a preguntas como cuándo va a estar listo y qué seguridades va a tener para evitar un nuevo sabotaje no se harán públicas y se manejarán de manera reservada, dijo Loffredo.

Llamados a juicio por el caso radar

Hace cuatro meses, el 1 de marzo, un juez llamó a juicio a 10 militares por el delito de sabotaje en el grado de omisión.

Aquello ocurrió en la audiencia de formulación de cargos, y luego de que el fiscal del caso expuso las conclusiones de cuatro informes.

Informes hechos por expertos estadounidenses, de la empresa proveedora en el país, concluyeron que se usó explosivos plásticos en el sabotaje del radar.

En la investigación fiscal también se demostró que el tipo de explosivo encontrado en el área es de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, y que requiere de un manejo especializado. Los acusados esperan la audiencia de juicio.

El radar solo funcionó 11 días. Los planes para instalar el radar empezaron en mayo de 2021, luego de que el presidente Guillermo Lasso denunciara que Manabí era un punto ciego de control antinarcóticos de Ecuador.

Durante el gobierno del expresidente Guillermo Lasso se ubicó el radar en el cerro de Montecristi.

La decisión generó protestas por parte de varias comunidades de Montecristi que se opusieron a su instalación.

Esto para evitar la deforestación del cerro, que es de donde se abastecen de agua.