Familiares de la pareja asesinada en 2024, dentro de su finca, en Portoviejo, exigen justicia a las autoridades.
En pocos días los acusados del asesinato de Gabriela Echeverría y Héctor Zambrano serán llevados a juicio. Familiares y amigos de las víctimas la mañana de ayer realizaron un plantón en los exteriores de la Unidad Judicial Penal de Portoviejo para exigir justicia.
Con pancartas con las fotografías de los esposos asesinados decenas de personas vestidas de blanco acudieron hasta los exteriores de esta entidad ubicada en la ciudadela Universitaria. Ellos indicaron que por lo que han podido conocer, existen elementos suficientes para demostrar la participación de los implicados en este doble crimen y esperan que los jueces hagan su trabajo.
El caso de la pareja asesinada en su finca
El domingo 18 de agosto de 2024, enterrados en su finca, se halló a los esposos Héctor Zambrano y Gabriela Chavarría. El hallazgo no fue coincidencia, sus familiares llevaban varios días buscándolos y como sospechaban que algo malo les podía haber pasado pidieron ayuda a la Policía.
Los familiares, indicaron que la pareja tenía por costumbre visitar los fines de semana la finca, y allí tenían un trabajador de confianza que cuidaba la propiedad y se encargaba de todo, pero a ellos les pareció extraño que de pronto se perdió la comunicación con los esposos. La finca está ubicada en la parroquia San Plácido, en Portoviejo.
Según los familiares, llamaban y llamaban a las víctimas a sus teléfonos y no les contestaban, por lo cual se desesperaron. Cuando los agentes iniciaron las investigaciones, se percataron que era un hecho inusual y tras seguir las pistas lograron detener a tres personas, y entre ellos al trabajador de confianza de la pareja.
Tras su detención, uno de los hombres contó que la pareja murió asesinada y detalló a los uniformados el lugar donde habían enterrado a las víctimas. Los familiares de Zambrano, dijeron que algo que les llamó la atención, es que cuando llegaron a buscar a la pareja a la finca, el trabajador de confianza andaba en el carro de ellos por todos lados como si lo hubiera comprado él, además se había vendido parte del ganado y esto era muy sospechoso.