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Limberg Macías alerta sobre la sedimentación de las presas y la necesidad de ir pensando en desarrollar el Plan Hídrico.

El subdirector de Recursos Hídricos de la Prefectura de Manabí, que ha hecho consultorías sobre temas de agua, hace un análisis de lo que pasará con Manabí si no se toman decisiones frente al azolvamiento de las presas y el incremento poblacional, con la consiguiente demanda de agua para consumo humano y para riego.

¿Cuál es el panorama para Manabí de aquí a diez o veinte años?
Actualmente somos  1’600.000 habitantes en Manabí. Esto representa 180 millones de metros cúbicos cada año para agua potable y para consumo humano. Teniendo en cuenta que la zona central de Manabí, desde Chone, Calceta, Portoviejo y hasta Jipijapa, incluidos Manta y Montecristi, ahora mismo cubre el 70 % de la población, una de las ventajas en esta zona son los trasvases, gracias a los cuales no tenemos problemas de falta de agua. Los trasvases nos dan una capacidad de 500 millones de m3 que pasan del Daule Peripa a La Esperanza. Entonces, tenemos presa Poza Honda con 100 millones (m3), La Esperanza 450 millones y Río Grande de Chone, 112 millones. Ahí van como 600 millones.

Pero, ¿solamente para la zona centro…?
Exacto, porque el sur sigue siendo seco y el norte está esperando sus proyectos. El sur tiene, en teoría, tres proyectos que pueden ser fundamentales para el desarrollo. El primero es Ayampe, que permitiría el desarrollo de Puerto López y Machalilla y zonas de Santa Elena (Olón y Montañita). El segundo es Misbaque, que permitiría sostener las zonas de Paján y Guale. Y el tercero, para el que hay que hacer estudios para valorarlo, es Julcuy, con el que se sostiene el tema de Machalilla y posiblemente soluciona la problemática de Jipijapa.

¿De dónde se tomará el agua en Julcuy, que es una zona seca?
Del río América. Atrás de Julcuy hay una montaña. Hay que hacer el estudio para ver la hidrología, para ver cuánta capacidad tiene, porque no es mucha. La zona de Julcuy hacia abajo es área protegida del Parque Machalilla, entonces no es agua para riego sino para consumo humano. En ese sentido, es suficiente con 20 millones de m3 de embalse para darle a Jipijapa, que debe necesitar entre 5 y 6 millones de metros cúbicos. Porque el problema es que Jipijapa se alimenta de Santa Ana, por Caza Lagarto, y a medida que sigue creciendo la población del centro, las zonas densas de riego ya no son de riego, ya son urbanas. De Portoviejo a Mejía ya casi es urbano.

Pero las presas tienen una vida útil…
Como decía, son 180 millones de m3 al año para consumo humano. En el 2024 somos 1’600.000, en el 2060 seremos cerca de 3 millones de habitantes. En 1955, cuando fue la gran sequía, éramos 300.000 habitantes. La problemática del agua, por lo menos en la zona central de Manabí, no la sentimos porque tenemos cerca de 1.000 millones de metros cúbicos de capacidad de reserva, de transporte, por los trasvases.

Ahí viene la pregunta: ¿cómo están los trasvases y las presas?
 El azolve de Poza Honda creo que está cerca de los 20 millones de metros cúbicos (de una capacidad inicial de 100 millones de m3). Desazolvar Poza Honda tiene un costo aproximado de 10 dólares cada metro cúbico, eso significa cerca de 200 millones de dólares para desazolvar Poza Honda. Y (construir) una presa cuesta 50 millones de dólares.

¿Hay que hacer otra presa en zona centro?
Dentro del Plan Hídrico de Manabí la siguiente presa sería en Chamotete, antes de llegar a Roncón, por el sitio La Pita, en el río Chico. Hay que hacer los estudios, hay que valorar, pero una vez que se tenga controlado el río Chico, se tiene controlada la fuente de agua que provoca las inundaciones. Las inundaciones van a existir, pero con las presas, obviamente no. Lo mismo pasa a nivel de la otra cuenca, la de Chone. Ahí está considerado dentro de Chone el proyecto de la presa de Mosquito.

¿Y la sedimentación?
Las presas, al final, son unos grandes sedimentadores por la deforestación. Permiten que el sedimento que cae en los ríos se detenga en las presas y no lo absorban los ríos, que es lo que está pasando en casi todos los ríos, especialmente en los de Portoviejo, Chone y Jama. Pero igual permiten guardar el agua. Poza Honda va a cumplir 53 años y no tiene un mantenimiento sostenido. No se sabe qué se va a hacer cuando cumpla el 25 % de azolve (25 millones de m3), porque ahí la presa ya deja de funcionar como embalse, ya no sale el agua por el desagüe de fondo, porque ya se absorbió, sale por la parte de arriba, por el vertedero. Entonces básicamente será una presa, pero nada más una presa tipo vertedero. Entonces hay que ir pensando a futuro qué se debe hacer.

¿Qué hacer mientras tanto?
Dentro del modelo del plan hídrico eso está tamizado en función de los datos de los estudios y de los futuros proyectos. O sea, agua para consumo humano y para riego tenemos si es que hubiesen dos años de sequía, gracias a los trasvases. Los trasvases son fundamentales. Juan Peláez (ingeniero hidráulico que laboró en el ex CRM), en un vídeo de 1999 dijo que con los trasvases Manabí tiene resuelto el problema de agua hasta el 2020. Y de ahí para adelante no tenemos nada. Entonces sí es una problemática, si el trasvase no funciona, sí estamos complicados.

¿Hay que apurar el Plan Hídrico de Manabí?
Y básicamente establecer nuevos proyectos de presas, hay que hacerlo. A nosotros no nos matan las inundaciones, nos inundamos y seguimos. A nosotros nos desbarata la sequía.