Unas 20 cabañas de alquiler de hamacas han sido afectadas por el aguaje y oleaje en el balneario “La Boca” de Crucita, Portoviejo.
Julio Mendieta, rescatista acuático de la zona, expresó que la desembocadura del afluente ha hecho que estos fenómenos naturales sean más dañinos.
El agua ha socavado parte del malecón que fue inaugurado en el 2022.
“Esto ya viene ocurriendo desde abril, poco a poco el agua gana terreno y se pierde playa”, sostuvo.
A lo largo del malecón de “La Boca” de Crucita se pueden evidenciar palos y escombros de las cabañas destruidas por el aguaje.
A pesar de aquello hay ciudadanos bañándose en el mar.
Mendieta cuenta que desde este domingo 7 de mayo empieza el nuevo oleaje y termina el miércoles 10.
Es por eso que se debe reforzar las piedras escolleras que se han removido para evitar mayores afectaciones.
Turistas que llegan al sitio lamentan lo ocurrido.
En febrero pasado, los oleajes en la parroquia Crucita afectaron a los habitantes de Las Gilces.
En este sitio un total de ocho familias sufren los embates del fuerte temporal.
Esta año también, en enero, hubo siete viviendas afectadas y se tuvo que reubicar 50 personas en casas de acogida temporal, por el oleaje en Crucita.
El oleaje se dio durante dos semanas, junto a un período de aguaje, que dejó afectaciones en cuatro sectores de Crucita.