El cantante puertorriqueño Jay Wheeler, uno de los exponentes del género urbano latino, reivindica en entrevista con Efe su estilo “diferente” al de sus colegas y ser “el único que se atreve a hablar del amor” como se hace en una relación o tras una ruptura.
Letras románticas y canciones en solitario, sin las tan habituales colaboraciones con otros artistas, definen su más reciente álbum, “El amor y yo”. Una decisión arriesgada con la que, sin embargo, se ha posicionado en el top 10 global de Spotify en los discos lanzados el pasado fin de semana.
“Lo que a mí me identificó dentro del género, que me hacía diferente, es que yo soy como de los pocos que canta al amor, que canta romántico, que canta al desamor, que habla de las cosas reales que uno siente cuando se separa o se enamora”, asegura el artista.
Tras sus álbumes “Platónico” (2019) y “Platónicos” (2020), producidos por el puertorriqueño DJ Nelson, y ganar en 2021 el premio “Nueva Generación Masculina” en los Premios Juventud, Wheeler optó por regresar a sus orígenes con este nuevo disco de doce canciones.
RECUPERAR SUS RAÍCES ARTÍSTICAS
“Volver a esas raíces que yo empecé y mis fanáticos extrañaban; extrañaban mucho que yo hiciera música solo, por eso es que el disco no tiene colaboraciones”, explica durante la entrevista en un hotel junto al Centro de Convenciones de Puerto Rico.
El joven, nacido en Salinas (sur de la isla) hace 27 años con el nombre de José Ángel López Martínez, considera que a sus seguidores necesitaban “escuchar al Jay Wheeler romántico, en el desamor y triste”.
“El amor toma un rol muy importante en mi vida y no me gusta dejarlo fuera nunca de mis proyectos”, resalta el autor de temas como “Viendo El Techo”, que alcanzó el primer puesto en la lista Latin Rhythm Airplay de Billboard.
Ese sencillo, al igual que “Dos tragos”, también era en solitario, pero con un punto más bailable y comercial. Por eso, quiso regresar a la idea de algunos de sus primeros temas, como “Sin ti” o “Te soñé”, que en palabras del cantante eran “bien tristones”.
“Creo que a mis fanáticos les hacía falta el Jay con guitarra solamente, con piano, que te hiciera sentir que tienes que llorar, que cuando lo escuches te acuerdes de tu pasado. Y lo hice solito por eso mismo, porque yo empecé así, empecé solito”, subraya.
INICIOS DIFÍCILES
Ese estilo particular dentro del género urbano hizo que el arranque de su carrera fuera “súper difícil, pero necesariamente difícil”, según Wheeler, quien opina que cuando el proceso es lento “se disfruta más y uno crece más como persona y como artista”.
“Yo comencé con mi primer desamor cuando el trap había comenzado, y no podía hacer trap porque en ese tiempo vivía con mi mamá y el trap era un poquito fuerte en las palabras que decía y mi mamá no me lo permitía. Yo tenía que vivir de la música romántica que no estaba haciendo nada en ese momento”, comenta.
Hoy en día, todo es más sencillo ya que, a juicio del cantante y compositor, se ha llegado a un nivel en la música en la que cualquier tema “puede explotar y ser un hit” porque ya “no hay ese problema de tener que hacer algo específico” como puro reguetón o trap.
También influyó en sus inicios la inseguridad de Wheeler, fruto del acoso escolar que sufrió cuando era pequeño, aunque ha conseguido manejar este trauma con madurez.
“Es algo que te va a marcar para siempre. Es imposible que dejes de ser inseguro. Ahora la diferencia es que soy un poco más seguro pero nunca dejo de ser inseguro, no te lo voy a negar”, se sincera con Efe.
ATREVIDO PESE A SU INSEGURIDAD
Pese a estas inseguridades y su estilo propio, Wheeler ha estado nominado a los premios Grammy Latino del año pasado a Mejor Interpretación de Reguetón y Mejor Canción Urbana por su tema “La curiosidad”, junto a Myke Towers.
“Llamaría a mi estilo diferente, no porque esté haciendo algo totalmente diferente a los demás, simplemente porque me atrevo a hacer cosas que quizás no muchos se atrevan y mucho menos en los comienzos de su carrera”, destaca.
Uno ejemplo es hacer un álbum completamente solo, ya que normalmente se usan las colaboraciones para sumar a los fanáticos de los distintos artistas: “Es una forma fácil de tener números y yo decidí no hacerlo”, agrega.
No obstante, no se cierra a las colaboraciones. En el futuro le encantaría hacer un tema con otros puertorriqueños como Bad Bunny, Anuel y Ozuna, mientras que entre sus “ídolos” destaca a sus también compatriotas Arcángel y Farruko.
Entre sus objetivos también figura sacar un disco completo en inglés (“siempre amé y respeté la música americana”, dice) y cantar en el Coliseo de Puerto Rico, el principal escenario de su isla natal y el sueño de cualquier artista puertorriqueño. EFE