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El agua de mar que será desalinizada, para el consumo humano, hará que los usuarios paguen más por el servicio, en Manta.

La Empresa Pública Aguas Manta está a la espera del pronunciamiento de la Secretaría Nacional de Planificación.

Una vez que ocurra eso se llamará a un proceso de licitación para la instalación de dos plantas desalinizadoras. El proyecto necesitará una inversión de 5,2 millones de dólares.

El proceso de licitación para la construcción de las dos plantas para tener agua desalinizada debe tener el visto bueno del Comité de Reconstrucción de Manabí.

Miguel Cevallos, gerente de Aguas Manta, se pronunció acerca de este proyecto para que Manta tenga agua potable.

En octubre pasado, Cevallos señaló que en Manta el costo de producción de agua potable por metro cúbico es de 82 centavos y es el más alto en Ecuador.

El agua cruda se capta en los ríos en Rocafuerte y Santa Ana. La potabilización y bombeo hasta Manta hacen que suban los costos.

Actualmente las parroquias Santa Marianita y San Lorenzo pagan un dólar 25 centavos por un tanque que venden los tanqueros.

Lo mismo ocurre en el sitio Santa Rosa, perteneciente a San Lorenzo. Estos sectores rurales reciben poca agua a través de tubería.

Agua desalinizada aumenta los costos de producción

“Obteniendo agua desalinizada el costo de producción sería una afectación, pero en el peor escenario el incremento sería 15 centavos por metro cúbico“, explicó Cevallos.

Johana Lucas, residente de la parroquia urbana San Mateo, dijo que cada mes gasta 40 dólares para llenar de agua su aljibe de 40 tanques.

San Mateo será unos de los sectores beneficiados con las desalinizadoras de agua de mar.

En Manta una familia de cinco personas paga una planilla de 15 dólares al mes por el servicio de agua potable.

En el cantón se instalarán dos plantas desalinizadoras de 2.500 m3 al día cada una. Hay un monto de 5.2 millones de dólares para el proyecto.

Estas plantas darán agua a la zona rural de Santa Marianita, San Lorenzo y parte de la zona urbana alta de Manta y San Mateo.  

Germán Andrade, quien fue gerente Agua Potable de Manta entre 1995 y 1998, opina que la desalinización es una opción siempre y cuando se hayan descartado otras.

“Esto en razón de los elevados costos de energía y mantenimiento de equipos”, dijo.

El tener agua desalinizada es una opción usada por países de mucha solvencia económica, como los árabes que apoyan este tipo de proyectos en base a su fortaleza petrolera, explicó.

Andrade señaló que  los costos de producción de desalinizadoras es una preocupación legítima. Reconoció que no hay agua más cara que la que no se tiene.

Según las estimaciones Manta cuenta con déficit de 30 mil metros cúbicos de agua, lo que se busca obtener con las plantas desalinizadoras.

Es confirmado que se necesitan 5,2 millones de dólares para la construcción de las dos plantas desalinizadoras.