A un mes de cumplir 51 años, Gariz Gonzalo Zambrano Intriago perdió la vida por oponerse a un asalto.
El hombre, manabita de nacimiento, fue víctima de la delincuencia el domingo por la madrugada (04h00), mientras se dirigía a trabajar.
Se ganaba la vida como chofer de un camión. Trasladaba carga de un lugar a otro.
El sábado en la mañana iba cerca del baipás Quevedo-Chone con uno de sus hijos varones, ambos trabajaban juntos, tenían todo listo para emprender viaje.
Cuando circulaban por ahí, varios carros se les atravesaron en el camino para obligarlos a detenerse. Al parecer, sería un asalto.
La reacción de Gariz fue acelerar y rebasar a los sujetos, pero la situación terminó mal.
Cuando los hombres se percataron de que el chofer del camión no tenía intención de parar la marcha, comenzaron a amenazarlo hasta dispararle en la cabeza.
Gariz perdió el control del carro, que perdió pista y quedó de costado sobre la calzada.
En la cabina fueron minutos desesperantes. El hijo de Gariz enseguida lo sacó de ahí, inconsciente y ensangrentado, para llevarlo con urgencia al hospital Gustavo Domínguez.
Lo internaron y lo mantuvieron en cuidados intensivos por varias horas, hasta que ayer por la mañana se reportó su fallecimiento.
Él era oriundo de Chone, pero residía desde hace algunos años en Santo Domingo con su segundo compromiso.
Tenía dos hijas menores de edad, que ahora quedan sin padre.
Sus hijos mayores se encargaron ayer del papeleo para la autopsia, y contaron que desde el ataque su padre no reaccionó.
Su cuerpo seguía funcionando porque estaba conectado a máquinas, pero su cerebro estaba prácticamente sin vida.
La familia no pudo despedirse de él. Ayer, pasado el mediodía, su cadáver fue retirado del centro forense de Santo Domingo y llevado hasta Chone, donde lo están velando y se prevé su sepultura en las próximas horas.