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Los principales sindicatos de docentes de Ecuador exigieron este viernes al presidente Guillermo Lasso que acate el alza de sus salarios aprobada esta semana por la Asamblea Nacional, lo que beneficia a unos 170.000 profesores.

Por segundo día consecutivo hubo una movilización de docentes convocada por la Unión Nacional de Educadores (UNE) en el casco antiguo de Quito, deslucida por la intensa lluvia caída en la capital ecuatoriana instantes antes de la cita para esta concentración.

No obstante, un reducido grupo de manifestantes avanzó por las calles con la intención de llegar hasta el Palacio de Carondelet, sede del poder ejecutivo, lo que fue impedido por las profusas defensas antidisturbios dispuestas por las fuerzas de seguridad.

Las movilizaciones continuarán la próximas semanas con otra serie de convocatorias que se mantienen pese al anuncio realizado el jueves por la Presidencia que prometía subir los sueldos a los profesores.

En un comunicado, la Presidencia de Ecuador informó que se encuentra evaluando la ley remitida por el Legislativo y precisó que el incremento del gasto público ascendería a 500 millones de dólares.

Esto fue tomado como un pulso ganado al Gobierno por parte de los líderes sindicales, ya que Lasso había manifestado el martes que esta normativa aumentaría el déficit fiscal al suponer un desembolso de 4.000 millones de dólares de las arcas públicas.

“Las mentiras se caen por su propio peso. (…) El incremento es de apenas el 0,6 % del producto interior bruto (PIB), es decir, de 630 millones de dólares”, salió a decir la UNE en un comunicado.

El Ejecutivo, por su parte, manifestó que “los salarios de docentes podrán ser revisados en el marco de la reactivación económica” y prometió trabajar para un alza salarial progresiva, responsable y “que perdure en el tiempo”.

Sin embargo, el sindicato de docentes aclaró que para ellos no es un incremento de sueldos sino una “equiparación salarial” y apuntó que el Estado cuenta con los recursos para financiarlo, al contrario de lo manifestado por el Ejecutivo, que asegura tener un déficit para este año de 2.500 millones de dólares.

El aumento de sueldos de los docentes fue aprobado por la Asamblea Nacional en una serie de reformas de la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) donde se formuló una nueva escala salarial para pasar de sueldos que oscilaban de 527 a 1.676 dólares mensuales a salarios que van de los 817 y a los 2.034 dólares al mes.

Para financiar este mayor gasto estatal, el Legislativo propuso que los fondos procedan de los ingresos por las exportaciones de petróleo, al aprovechar los altos precios internacionales del crudo, y de la reforma tributaria aprobada por el Gobierno de Lasso a finales del año pasado.