Organismos de socorro buscan este miércoles a seis personas que continúan desaparecidas tras el aluvión del pasado lunes en la capital ecuatoriana, Quito, que dejó 24 fallecidos y destrozos en viviendas y otras infraestructuras de barrios del centro oeste de la ciudad.
El alcalde de Quito, Santiago Guarderas, indicó en una rueda de prensa que tras cotejar los datos, se ha confirmado que fallecieron en el aluvión seis de las personas que constaban el martes en la lista de desaparecidos.
Asimismo, señaló que se registraron 52 heridos, 29 de los cuales fueron dados de alta y 23 están hospitalizados, uno de ellos en estado crítico. Se han rescatado 17 vehículos afectados, muchos de los cuales ya se entregaron a sus propietarios.
CONTINÚA LA LIMPIEZA
Mientras continúan las labores de limpieza en la zona dañada por el aluvión, los trabajos realizados en paralelo por la empresa municipal de Agua Potable han permitido bajar el nivel de agua en la quebrada de Armero.
“Se ha logrado ya bajar más de cinco metros, con lo cual únicamente tenemos que recoger lo que significa lodo, troncos, piedras, que permitirán rehabilitar en forma total esa parte”, dijo Guarderas.
Añadió que se ha trabajado sobre un embalse en el sector para que el agua vaya directamente al colector y ya no baje por la calle principal, lo que dificultaba las labores de limpieza.
Al momento se han evaluado 174 viviendas, de las cuales 38 presentan un daño parcial y tres, daño total. Brigadas de evaluación acudirán este miércoles a la zona para ampliar los estudios a fin de tener una “visión mucho más general de todas las viviendas” para “tomar las decisiones respectivas”, dijo.
DONACIONES
Instituciones públicas, privadas y vecinos por cuenta propia despliegan campañas de solidaridad para recoger ayuda para los afectados por la tragedia del lunes.
Se han determinado varios puntos de acopio para recibir la ayuda, y el alcalde sugirió este miércoles que, además de víveres y vestimenta, las donaciones se concentren en la entrega de sacos de cemento, puertas, ventanas, techos de zinc y otros materiales de construcción para iniciar con las tareas de reconstrucción.
Según Guarderas, se requerirán tres días para la limpieza total de la zona, aunque la enmarcada en la zona cero deberá tomar algo más pues el cuerpo de Bomberos debe hacer tareas de rescate, según los protocolos.
COOPERACIÓN JAPONESA
Al ser consultado sobre una posible solución definitiva al problema, que ya ocurrió hace unos cuarenta años, el alcalde enumeró que, entre otras opciones, se deben realizar estudios para hacer nuevas estructuras de captación o ampliar los embalses.
“Pero esto no es cuestión de la noche a la mañana, ni de un par de días o semanas, no se trata de bordillos sino de infraestructura que tiene que ser estudiada en función de las laderas y luego establecer cuáles son esas estructuras que vamos a mejorar o ampliar”, puntualizó.
Asimismo, señaló que se debe analizar jurídicamente si se puede convertir a los barrios afectados en una zona protectora.
El edil avanzó que han firmado un acuerdo de cooperación con una firma japonesa para implementar un sistema de alertas que permitirá, aguas arriba de las quebradas, conocer la eventual ocurrencia de un posible fenómeno como el actual.
“En este momento no existen, en circunstancias normales, ninguna situación de peligro”, indicó. Según el alcalde, el aluvión del lunes fue un “fenómeno natural extraordinario”, que tuvo su origen en la intensa lluvia que cayó sobre la ciudad, con 75 milímetros de precipitaciones, cuando se preveía apenas dos milímetros.
Uno de los embalses construidos para captar las aguas lluvias en la montaña, con capacidad de 4.500 metros cúbicos, se desbordó porque se calcula una acumulación de 20.000 metros cúbicos, explicó Guarderas. EFE sm/cpy