Compártelo con tus amigos:

El ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, se pronunció por el cuestionado proceso de vacunación contra la covid-19 que se llevó a cabo en un centro geriátrico privado donde permanece su madre.

A través de un video, Zevallos, señaló que lo hizo en calidad de "doctor, ministro y de hijo".

El ministro descartó además la posibilidad de abandonar el cargo que ocupa.

“Cuenten con este ministro para dejar todo el esfuerzo por seguir salvando vidas en cada paso que dé”. "No cuenten conmigo para salir corriendo por la puerta de atrás, no hemos terminado este trabajo y no es momento de bajar la guardia. Seguimos perdiendo gente por esta terrible enfermedad", manifestó.

Añadió que "si alguien desearía que dentro de este proceso hubiera dejado fuera a mi madre o a cualquier otra persona, debo decirle que difiero con todo respeto con ese criterio sobre este histórico proceso que se ha realizado".
La Defensoría del Pueblo, así como candidatos políticos y sociedad civil pidieron este martes la renuncia del ministro.
Además, desde la Asamblea se exige la destitución del ministro y apoyan un juicio político en su contra.
Zevallos indicó el domingo que "las vacunas están asignadas por ciudad. En el Hospital de los Valles y en su centro gerontológico se utilizaron las brigadas (de vacunadores) del Hospital Pablo Arturo Suárez, no las vacunas asignadas".
Y consultado sobre si tenía familiares en ese centro, declaró, siempre según el medio, "no solo un familiar, varios familiares".
También recalcó que "el personal de salud y residentes gerontológicos de todo el país tiene derecho a ser vacunados, no solo los públicos".
Especialista en epidemiología, asumió el cargo el pasado 21 de marzo, poco después del inicio de la pandemia en Ecuador y en plena crisis por la situación que provocó en Guayaquil.
El pasado 21 de enero Ecuador inició su plan nacional de vacunación con una "fase piloto" para la administración de 8.000 vacunas dirigidas al personal sanitario de primera línea contra la covid-19, así como personas mayores y personal de geriátricos.
Ese lote de vacunas corresponde a una primera remesa de 86.000 dosis negociada con la farmacéutica estadounidense Pfizer, que entregará este año un total de dos millones a Ecuador.