Grupos a favor y en contra del aborto por violación se manifestaron en la afueras de la Asamblea Nacional (Parlamento) de Ecuador, que prevé votar este jueves sobre el tema luego haber concluido a inicios de mes el segundo debate del proyecto.
Varias manifestantes permanecían sentadas, semidesnudas con carteles alusivos a niñas afectadas: “Kelly debería estar jugando con sus amigas, pero está cuidando al hijo de su violador”.
Otros carteles colgados en las afueras de la Asamblea relataban: “Hace cinco semanas Guadalupe solicitó un aborto por violación. Tiene 18 semana y sigue esperando”.
“Paty tiene 11 años y necesita una cesárea urgente tras un embarazo producto de violación, los médicos dicen que su cuerpo es muy pequeño y podría morir en el proceso”, rezaba otro cartel.
Otro más relataba que “Amparo tiene 14 años, vive en una comunidad amazónica de difícil acceso, viajó 6 horas para ser atendida, tiene 20 semanas y un embarazo de alto riesgo, ella prefiere morir que parir al hijo de un violador”.
DOS INFORMES
En dos debates, los legisladores han tratado dos informes, uno de mayoría y otro de minoría que, entre otras cosas, difieren en la temporalidad para aplicar el aborto.
El de mayoría sostiene que al tratarse de niñas y adolescentes menores de 18 años víctimas de violación, la interrupción voluntaria del embarazo se podrá realizar hasta las 22 semanas de gestación.
En los casos de mujeres y personas gestantes de 18 años en adelante víctimas de violación, la interrupción voluntaria del embarazo se puede realizar hasta las 20 semanas de gestación.
Por otra parte, el informe de minoría, apunta hasta las 6 semanas de gestación para mujeres mayores a 18 años de edad, y hasta las 12 semanas de gestación para niñas, adolescentes menores a 18 años, mujeres de la ruralidad y mujeres con discapacidad.
POSICIONES ENCONTRADAS
“Ni mayoría ni minoría, la vida no se regatea”, rezaba un letrero colgado en las afueras de la Asamblea donde también se manifestaron grupos en contra del aborto calificándose como “quiteños provida, provida de por vida”.
Carteles de los grupos opuestos al aborto apuntaban a que “sea cual sea la circunstancia de la concepción ¡es una vida!” y que “el aborto mata a un inocente”.
Otra pancarta presentaba el dibujo de un feto junto a la leyenda: “Asambleísta, yo quiero vivir”.
Por otra parte, un gran cartel sostenido por mujeres con pañuelos verdes advertía a los legisladores: “Cada muerte por abortos clandestinos, cada maternidad forzada de sobrevivientes de violación, es su responsabilidad asambleístas”.
“Estamos aquí para representar a todas las sobrevivientes de violación que serán forzadas a la maternidad y a la tortura porque los plazos que imponen los dos informes del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo, son plazos que nos dejarán sin acceso, que nos van a forzar a la tortura de la clandestinidad y a la maternidad forzada”, dijo a Efe Verónica Vera, activista feminista.
Aseguró que de la Asamblea Nacional ya no esperan nada pues “tuvo la oportunidad histórica de hacer una ley justa y reparadora, y nos dieron la espalda una vez más”.
Por ello avanzó que demandarán ante “instancias internacionales y nacionales por cada muerte de una niña o de una mujer violada. Por cada mujer y niña forzada a la maternidad”.
Pidió también a la ciudadanía que “recuerden que las mujeres y niñas violadas vivieron ya una forma de tortura, que es la violación y que lo mínimo y lo ético que podemos garantizar como sociedad es que puedan decidir en el tiempo que ellas necesiten la interrupción de un embarazo, porque parir el fruto de una violación es tortura”.
La votación del proyecto de ley tendrá lugar este jueves luego de que el pasado 3 de febrero el Pleno de la Asamblea Nacional concluyó el segundo debate y aplazó la votación para tratar de recoger en el texto final las conclusiones adoptadas. EFE