La Corte Constitucional, el mayor tribunal legal de Ecuador, prohibió la ejecución de obras petroleras en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Yasuní, en el corazón de la selva amazónica del país, donde se preveía instalar torres de perforación para extraer crudo.
La Corte, al concluir la revisión de una demanda de inconstitucionalidad presentada por abogadas de un colectivo social en 2019, declaró la inconstitucionalidad de varios artículos del decreto ejecutivo 751, expedido en 2019 durante el Gobierno del expresidente Lenín Moreno.
El alto tribunal declaró la inconstitucionalidad por asuntos de forma y acogió argumentos de las demandantes, cuya acción buscaba impedir la afectación de la Zona Intangible del Parque Yasuní, donde habitan pueblos no contactados como los taromenane y los tagaeri.
El decreto 751 prohibía la construcción de carreteras, centrales hidroeléctricas y facilidades petroleras en la llamada zona de amortiguamiento, excepto torres de perforación, lo que, según la demanda, ponía en riesgo los derechos de los pueblos originarios en aislamiento voluntario.
La Corte, en su sentencia, recordó que “ninguna norma jurídica podrá restringir el contenido de los derechos ni las garantías constitucionales”.
De su lado, el colectivo Yasunidos, que ha impulsado acciones contra la explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuní, expresó su satisfacción por la sentencia de la Corte.
En su cuenta de Twitter, Yasunidos aseguró que con ese fallo la Corte Constitucional “detiene el avance de la explotación” en el Parque Yasuní, sobre todo en la zona de protección de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario.
Pedro Bermeo, activista de ese colectivo, aseguró que se ha hecho “finalmente un poco de justicia para los pueblos indígenas aislados del Yasuní”.
Ecuador explota crudo en el denominado eje ITT (Ishpingo-Tambococha-Tiputini), en el Yasuní, según sus autoridades con la mejor tecnología disponible para minimizar los impactos ambientales de la actividad.
El petróleo es uno de las principales productos de exportación del país suramericano y su venta representa una de las principales fuentes de ingreso de divisas para el Estado ecuatoriano, cuya economía está completamente dolarizada desde el año 2000.