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El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, presentó este martes, 24 de mayo del 2022, el crecimiento económico del 4,2 %, una robusta dolarización y una inversión privada comprometida por 5 mil millones de dólares como resultados de su primer año de Gobierno, al tiempo que asegura que seguirá combatiendo con fuerza el narcotráfico.

“Lo peor de la tormenta ya ha pasado”, manifestó en un discurso a la nación ante la Asamblea Nacional, al cumplir un año como mandatario, en una jornada donde Ecuador conmemora el bicentenario de la Batalla de Pichincha, con la que selló su independencia hace 200 años.

En una alocución que se prolongó más de una hora, Lasso presumió de la exitosa campaña de vacunación contra la covid-19 y la mejora de los indicadores macroeconómicos que, según dijo, han permitido que Ecuador escale posiciones en el sector turístico y haya recuperado la confianza de inversores.

Lasso recordó que el Estado invirtió cerca de mil millones de dólares para desarrollar la principal campaña logística que buscaba “salvar la vida de 18 millones de ecuatorianos”, y que a día de hoy más del 80 % de la población mayor de 3 años dispone de la pauta completa de inmunización frente a la covid-19.

ECUADOR: “SALVADO DEL PRECIPICIO ECONÓMICO”

También dijo sentirse orgulloso de haber “salvado al Ecuador del precipicio económico”, al cerrar 2021 con un crecimiento del 4,2 %, cuando las previsiones eran del 2,8 %, y que “poner en orden la economía es solo el puente de partida” para alcanzar la meta de relanzar tanto al sector público como al emprendedor.

El gobernante destacó mejorías en la creación de empleo, y que el país es el segundo con la inflación más baja de la región, donde la dolarización “hoy está más sólida que nunca”.

Entre las metas, insistió en que hasta 2025 pretende concretar al menos diez acuerdos comerciales con países y grupos comerciales de Asia, Europa y América, y que su ingreso en la Alianza del Pacífico, gracias a un tratado con México, está a la vuelta de la esquina.

Asimismo, reiteró el objetivo de duplicar la producción petrolera para alcanzar el millón de barriles y poder eliminar el déficit fiscal.

En su segundo año, el Gobierno buscará mejorar el servicio sanitario gracias a un plan decenal que contempla el dispendio de medicinas subvencionadas en farmacias privadas y acabar así con la “corrupción” a través de un inventario digital para garantizar que no haya desabastecimiento, una de las críticas de los últimos meses.

SEGURIDAD Y COMBATE AL NARCOTRÁFICO

Desde que asumió el poder, Lasso ha decretado en varias ocasiones estados de emergencia para frenar la delincuencia y la criminalidad tanto dentro como fuera de las cárceles, la última a finales de abril en tres provincias del litoral donde se concentra la mayor proporción de homicidios.

“Lo que hoy vivimos es una reacción ante una nueva actitud de la aplicación de la ley. En el pasado cedieron demasiado territorio al hampa”, recalcó antes de manifestar que “la actitud de este Gobierno no va a cambiar: Vamos a enfrentar a las organizaciones criminales y a los narcotraficantes”.

Para ello, avanzó que se invertirán 1.200 millones de dólares en los próximos tres años para fortalecer a la Policía Nacional.

De acuerdo con Lasso, en 2021 se desarticularon más de 1.350 bandas y se incautaron 231 toneladas de droga, “un récord histórico para Ecuador”. Mientras que en lo que va de año ya son 85 toneladas, el triple de lo incautado el año anterior en el mismo período.

“HERENCIA NEGATIVA” EN CÁRCELES

Por otra parte, advirtió que la violencia carcelaria es “una negativa herencia que debemos asumir” y que ha impulsado un nuevo modelo de gestión que integra seguridad y rehabilitación social.

En 2020 fueron 46 los presos fallecidos dentro de las cárceles ecuatorianas, pero en 2021 se registraron 316 en distintas matanzas, y este 2022 va camino de repetir una cifra similar al acumular 64 presos asesinados.

Lasso se convirtió hace un año en el primer conservador en asumir la Presidencia de Ecuador en dos décadas, despertando enorme expectativa en una nación que parecía con su elección decir adiós a una etapa dominada por el correísmo y su predecesor, Lenín Moreno.

Pese al logro en vacunación contra la covid-19, la creciente inseguridad ciudadana y una crisis carcelaria sin precedentes han empañado su gestión.

Si en julio del 2021 llegó a contar con un 74 % de la población que defendía su gestión como buena o muy buena, en abril pasado era de apenas el 30,82 %, según Perfiles de Opinión. Otro sondeo difundido el 20 de mayo por Click Report mostraba que un 71,8 % consideró malo su desempeño.