La prefectura de Pichincha, en el norte de los Andes de Ecuador y cuya capital es Quito, intenta zafarse del covid-19 para empezar a mostrar su “Mundo en la Mitad del Mundo”, una iniciativa turística para la pospandemia.
La prefecta de Pichincha, Paola Pabón, explicó a Efe que esta iniciativa quiere juntar varios de los más importantes atractivos turísticos de la provincia en una sola propuesta.
Un “clouster” andino. Este “clouster” reúne a la ciudadela Mitad del Mundo (donde se ubica el monumento a la línea equinoccial), las ruinas arqueológicas de Cochasquí (pirámides de pueblos originarios), el parque nacional Jerusalem (un bosque seco andino) y la reserva de Yunguilla (un bosque húmedo) que abarca un sector del Chocó Andino, todas ellas al norte de Quito.
Y no es que no hayan más sitios de interés turístico, que los hay en abundancia en esta zona rica en paisajes, leyendas y colores, sino que la propuesta intenta conjugarlas en un solo paquete promocional para el disfrute de los visitantes.
El objetivo es “reactivar el turismo” a través de “alianzas entre el sector público, la comunidad y el sector privado”, para ofrecer servicios de calidad en tiempos de pandemia, lo que supone un “turismo al aire libre”, señaló la prefecta.
La iniciativa ya recibió su primer reconocimiento del Fondo Nacional de Turismo, que le ubicó en el primer lugar “como propuesta para la reactivación turística del Ecuador”.
En globos aerostáticos. La prefectura de Pichincha, además, prevé promocionar su iniciativa turística entre los países latinoamericanos, y para octubre se prevé que “El mundo de la Mitad del Mundo” se ofrezca al público en Colombia.
También está en los planes México para promocionar la propuesta turística que busca “colocar a Pichincha como un destino turístico seguro, con normas de bioseguriad” y cuidados para los visitantes que dispondrán, sobre todo, de “espacio libre”, remarcó Pabón.
Para julio del próximo año también se prepara el ya afamado “avistamiento de aves” en la localidad de Mindo, un bosque húmedo del Chocó Andino que es el paraíso para los ornitólogos, pero que en esta próxima edición permitirá que los visitantes definan al ave insignia de la provincia de Pichincha.
La promoción ya ve el horizonte de la pospandemia y por ello la Prefectura de Pichincha planifica para diciembre del próximo año que llegue a la Mitad del Mundo el “Encuentro mundial de globos aerostáticos”.
Según Pabón, ya se han articulado acciones con empresas internacionales para que se coloque a esta zona de Ecuador en el mapa del novedoso encuentro, que se enmarca en “la lógica de la reactivación turística pospandemia”.
La prefecta de la provincia aseguró que tras el trágico periodo de la pandemia, que empezó a inicios del año pasado, los ingresos turísticos que generaba la entidad a su cargo casi se anularon.
Solo la ciudadela Mitad del Mundo recibía unos 600.000 visitantes al año, un volumen que se extinguió con la pandemia y sus secuelas, aunque ya ha dado muestras de recuperación, conforme han avanzado los planes de vacunación y de relajación de las medias de restricción a la movilidad.
En el último trimestre “ya hemos llegado a 100.000” visitantes, lo que ha permitido “dar oxígeno” a la administración de este sitio que tuvo que ser subsidiado por muchos meses, explicó la autoridad.
Además, se espera que para finales de año se presente “una ola de turismo” en el mundo, que se tendrá que aprovechar en la reactivación del sector en el país, mencionó la prefecta.
Pero insistió en que en tiempos de pandemia y de la pospandemia el objetivo es brindar una oferta de “turismo al aire libre” y “de calidad”.
“Pichincha al aire libre ofrece eso” y solo basta ver la ciudadela Mitad del Mundo o el parque arqueológico de Cochasquí para comprender que se pueden realizar actividades turísticas sin que hay el temor a la enfermedad.
Pasaporte. Además, la propuesta ofrece la entrega gratuita de un “pasaporte”, un documento simbólico en el que el visitante puede registrar su paso por los diferentes sitios de interés y recibir beneficios de su experiencia.
Asimismo, la Prefectura prepara zonas para acampar en los lugares de visita al aire libre, pero bajo una oferta “de lujo”, con servicios de altísima calidad, por ejemplo en Cochasquí o el parque de Jersualén, a unos 60 kilómetros al norte de Quito.
Ahí el turista puede compartir con la naturaleza y sus encantos, pero también con el universo, por la espectacular limpieza de su atmósfera, que en las noches estrelladas ofrece una sin igual imagen de la vía láctea.