Los fallecimientos por el consumo de alcohol adulterado pueden seguir ocurriendo en Ecuador, donde esta intoxicación masiva ha provocado la muerte de al menos 32 personas, afirmó en una entrevista con EFE el ministro de Salud ecuatoriano, José Ruales.
“No, no se puede descartar (que haya más víctimas mortales) porque el modo de distribución en pequeñas comunidades hace difícil el seguimiento”, sostuvo el titular de la cartera en Lima (Perú), donde asistió a la XL reunión de ministros de salud del área andina (Ramsaa).
Ruales explicó que este brote, que ya suma más de un centenar de intoxicados desde finales de octubre pasado, se produjo por la presencia de “alcohol metílico” en “algunos preparados caseros e ilegales” comercializados principalmente en la costa norte de Ecuador.
El ministro agregó que el hecho de que los distribuidores de esta sustancia fallecieran también a causa de su consumo “hizo un poco difícil la identificación del origen exacto” de la intoxicación.
Destacó, sin embargo, “la incautación de más de 70 mil litros de alcohol adulterado” y la campaña lanzada a nivel nacional para prevenir el consumo de alcohol sin registro sanitario o producido de manera artesanal.
“No hemos tenido nuevos casos durante la última semana, después de un poco más de 100 casos de intoxicación y 32 fallecimientos”, apostilló el ministro, quien insistió en que, en los últimos días, “no hubo un consumo masivo”.
Aún así, Ruales reconoció que el país aún podría registrar nuevas víctimas mortales por este brote debido a las dificultades de rastreo por su origen informal.
“Siempre está el riesgo de que algún recipiente todavía se mantenga en alguna comunidad y eso es lo que esperamos evitar”, aseveró.