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“Acaban de secuestrar al padre Julio Villacrés, del Santuario Divino Niño, por favor ayuden compartir la información”, decía una mujer en uno de los audios que se viralizaron la tarde y noche del sábado.

Poco antes, delincuentes armados le cerraron el paso al sacerdote Julio Villacrés cuando este se movilizaba en una camioneta doble cabina.

El hecho ocurrió en la parroquia San Camilo, cerca del colegio Nicolás Infante Díaz.

Los maleantes realizaron disparos para obligar al padre a que parara la marcha de la camioneta y luego someterlo a la fuerza.

Los maleantes tomaron el control del carro y escaparon con rumbo incierto.

Varias personas del sector presenciaron el secuestro, quienes dieron la alerta a la Policía.

La noticia del secuestro del religioso se regó como pólvora.

En grupos de WhatsApp y otras redes sociales circularon audios y fotos de la víctima.

Los fieles pedían oraciones y súplicas para que los delincuentes puedan conceder la libertad al padre Julio Villacrés.

Tras cuatro horas de permanecer en cautiverio y en manos de los delincuentes, se conoció que el padre Julio Villacrés los antisociales lo liberaron.

Los secuestradores lo dejaron abandonado en un sector de Quevedo.

Sus allegados dijeron que estaba golpeado, pero con vida.

Se informó además que la camioneta en la que se movilizaba la víctima y que sería de propiedad de la parroquia no había sido recperada.

En tanto que la Policía continúa con los operativos y controles para poder ubicar a los asaltantes, quienes serían responsables de varios delitos y secuestros ocurridos en Quevedo.

Otros secuestros en Quevedo

El secuestro y extorsión es un delito que va en aumento en Quevedo, pese a que en este cantón existes unidades especializadas como la Unase y Fise.

Cada semana, según datos extraoficiales, al menos ocho personas son víctimas de secuestros.

Uno de ellos fue el propietario de productos de consumo masivo.

Tras permanecer doce días secuestrado, pudo obtener su libertad previo a una negociación con sus captores, quienes inicialmente pedían más de 100 mil dólares para otorgarle la libertad.

Tras pagar una suma de dinero, desconocida hasta ahora, fue liberado y por su seguridad prefirió abandonar la ciudad.

Historias similares se repiten a diario en ese cantón de Los Ríos.