Una potente marcha de grupos feministas y de ciudadanos de Ecuador llegó este miércoles a la Comandancia General de la Policía en Quito para protestar por el presunto atroz femicidio de la abogada María Belén Bernal, cuyos restos fueron encontrados cerca a la Escuela Superior de la Policía.
Cientos de manifestantes se agolparon frente a la sede de la Comandancia, en el casco comercial de Quito, luego de caminar varias cuadras desde un sitio de concentración a la que había convocado la madre de la víctima, Elizabeth Otavalo.
Gritos como “asesinos” y “feminicidas” se escucharon durante la protesta en la que muchos manifestantes se sentaron en la calle aledaña a la sede policial y entonaron canciones contra las desapariciones.
Bernal desapareció el pasado 11 de septiembre luego de que acudiera sola a la Escuela Superior de Policía, al norte de Quito, para visitar a su esposo, Germán Cáceres, un agente instructor ahora prófugo que figura como el principal sospechoso del crimen.
Los restos de la víctima fueron encontrados este miércoles en el cerro Casitagua, muy cerca de la escuela policial.
De forma paralela a una rueda de prensa en la que el ministro del Interior, Patricio Carrillo, informó sobre la identificación de los restos de la víctima, grupos feministas acudieron a la Comandancia de la institución para pedir que el crimen no quede en la impunidad.
La marcha concluyó en un masivo plantón de personas en la calle donde decenas de mujeres depositaron velas y afiches sobre la desaparición de Bernal, así como del sospechoso Cáceres.
Familiares de la víctima pidieron a los ciudadanos “no bajar la presión” sobre las autoridades hasta que se esclarezca este hecho al que muchos consideran como “crimen de Estado” y en el que han sido cuestionadas las actitudes de las autoridades policiales.
En redes sociales también se encendió el debate y el hallazgo de los restos se ubicó como la principal tendencia en las redes sociales en el país.
Comentarios de “indignación” y “dolor” proliferaron en las redes, acompañados de imágenes de la protesta que se extendió hasta la noche.
De su lado, la madre de la víctima, Elizabeth Otavalo, quien acudió esta mañana al servicio forense de la Policía para verificar la identidad de los restos hallados, pidió a la Fiscalía que se permita a especialistas de universidades participar en las pericias de la investigación.
En un mensaje a la fiscal general, Diana Salazar, la madre solicito que permita “la asistencia técnica a las universidades públicas y privadas del país, así como de otros organismos en las diligencias periciales, técnicas forenses y médicas”.
El caso Bernal, que ha sacudido la conciencia nacional y ha remecido a la institución del orden, se conoció después de que Otavalo denunciara que no sabían nada de su hija desde el 11 de septiembre, cuando ingresó en la Escuela de Policía, donde su esposo ejercía como instructor.
La Fiscalía, tras conocer la denuncia, tomó una primera declaración a Cáceres, pero lo dejó en libertad al no encontrar indicios suficientes para ordenar su prisión preventiva.
Después de esa declaración, el esposo huyó y se mantiene en condición de prófugo.
Según la madre de Bernal, en las primeras diligencias se encontraron el teléfono, la cartera, la billetera y una zapatilla de su hija “en la Escuela Superior, debajo de unas gradas, escondido en una funda”. EFE