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En los primeros días del este año, el incremento de casos positivos de Covid-19 con la variante Ómicron en Ecuador ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias, que han reactivado planes de contingencia para evitar mayor número de contagios y prevenir la saturación de los sistemas de salud.

Desde que inició la pandemia, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) aplica un cronograma de inspecciones en establecimientos donde se comercializan productos de alta demanda ciudadana, como son farmacias, botiquines y distribuidoras farmacéuticas, destacó la entidad en un comunicado de prensa.

Ahí se verifica que solo se expendan medicamentos que cuenten con registro sanitario y fechas de elaboración y caducidad vigentes; que los fármacos se mantengan debidamente almacenados y se respeten los valores establecidos por el Consejo Nacional de Fijación y Revisión de Precios de Medicamentos del Ministerio de Salud Pública.

Además, se exige respetar la venta exclusivamente con receta médica de fármacos antigripales, antibióticos y antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).  “Es necesario que los ciudadanos tomen conciencia de la importancia de no automedicarse, y más aún ante el Covid-19, ya que un medicamento mal administrado podría generarle complicaciones graves e incluso la muerte”, advirtió Ana Ramírez, directora ejecutiva de Arcsa.

“Se invita a la población a ser parte del control sanitario y reportar establecimientos donde se especule con el precio de medicamentos o se expendan fármacos sin la debida receta médica a través de la App Arcsa Móvil, disponible gratuitamente en Play Store y Apple Store”, destacó el comunicado de prensa.