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Dos gremios periodísticos criticaron a Andersson Boscán por las conversaciones y el acercamiento con Leandro Norero.

Estas críticas a Boscán se dieron a partir de las conversaciones expuestas por la Fiscalía General en el contexto del caso Metástasis.

Los gremios que criticaron a Boscán son Fundamedios y Periodistas sin Cadenas.

Para Fundamedios, “Boscán transgredió todas las líneas rojas de la ética periodística en el tratamiento con las fuentes”.

A decir de este gremio, hubo un abundante contacto con un peligroso criminal que estaba, al mismo tiempo, planeando atentados contra otros periodistas que lo investigaban.

Boscán señaló que es necesario mantener este tipo de contactos cuando se investiga el mundo criminal.

Fundamedios, por su parte, apuntó que la amistosa cercanía de Boscán, y las formas de diálogo que mantuvo con Norero lastimaron la verdad y el propósito principal de una investigación periodística, que es restaurar el orden, la libertad y la decencia.

“No es dable que quienes han transgredido las líneas rojas, están acusados de faltar a la ética y aparecen en investigaciones criminales sean los que planteen liderar un debate ético”, expresaron a través de un comunicado.

Piden revisión de los códigos

Por su parte, la Fundación Periodistas Sin Cadenas señala que los chats del periodista y Norero “dejan ver una práctica profundamente reñida con la deontología del oficio”.

Explican que organizaciones delictivas consideran necesario silenciar a medios y periodistas, y que han identificado a quienes pueden “representar un escollo en sus planes”.

“El crimen organizado es una forma del poder, y el periodismo también debe ejercer su función de contrapoder para enfrentar a esas estructuras criminales estén donde estén”, señalan.

Fundamedios hizo un llamado a periodistas, las universidades, las organizaciones de la sociedad civil para hacer una revisión integral de las normas éticas que rigen al periodismo ecuatoriano.

Exhortó a que se incluya la constitución de tribunales de ética, para así determinar la gravedad de las transgresiones éticas, y las responsabilidades que eso debe acarrear para medios y periodistas.