El 15 de julio de 2008, los presidentes Rafael Correa (Ecuador) y Hugo Chávez (Venezuela) firmaron en El Aromo, Manta, el acuerdo para construir la Refinería del Pacífico, un ambicioso complejo que prometía transformar la matriz energética ecuatoriana. Diecisiete años después, la obra nunca se concretó, tras una inversión pública de USD 1.531 millones. Actualmente, una parte del sector será reutilizado como una central fotovoltaica.
Entre 2008 y 2018, el Estado ecuatoriano destinó USD 1.531 millones al proyecto. Según datos oficiales, se gastaron USD 613 millones en estudios y asesorías, USD 678 millones en compra de terrenos y obras tempranas, USD 83 millones en gastos operativos y sociales, y USD 157 millones en impuestos.
El resultado fue un terreno aplanado de 540 hectáreas, un campamento, una vía de acceso y el acueducto La Esperanza. En 2020, la Contraloría General del Estado emitió una glosa por perjuicio económico, señalando responsabilidades a varios exfuncionarios. Además, Petroecuador, que poseía el 51% de la empresa Refinería del Pacífico, transfirió USD 1.237 millones del presupuesto estatal para el proyecto, comprometiendo recursos clave para su operatividad.
El financiamiento fallido de la Refinería del Pacífico
El financiamiento externo fue otro obstáculo insalvable para el proyecto. Aunque el plan inicial contemplaba apoyo de créditos chinos y participación de empresas como CNPC, ICBC, y un consorcio con Sinomacht, Sinocons y Hyundai, ninguno de estos acuerdos se concretó. Para 2016, una nueva propuesta estimaba una inversión de USD 13.300 millones, pero también fue abandonada. El proyecto se convirtió en uno de los casos más costosos de fallo en la planificación energética del país.
Nuevo rumbo: de la refinería a la energía solar
En marzo de 2023, el expresidente Guillermo Lasso firmó un contrato para construir una central fotovoltaica en El Aromo, con una inversión proyectada de entre USD 145 y 150 millones. El proyecto ocupará 300 hectáreas y buscará aprovechar el potencial solar de la costa manabita.
El 19 de junio de 2025, el BID otorgó una garantía soberana de USD 77 millones para respaldar 12 proyectos de energías renovables en Ecuador, incluyendo El Aromo. La nueva central representa una apuesta por la sostenibilidad y la reactivación de la zona. La Refinería del Pacífico fue planteada como clave para cambiar la matriz productiva ecuatoriana en 2017 y mejorar la calidad de los combustibles para 2019.
El acueducto La Esperanza
Un dolor más de cabeza del proyecto es El acueducto La Esperanza, operado por la empresa de economía mixta Refinería del Pacífico (RDP) —actualmente en proceso de liquidación— que carece de recursos para su mantenimiento y no cuenta con póliza de seguros ante posibles siniestros.
Este sistema, considerado vital para el suministro de agua cruda en ocho cantones de la provincia de Manabí, atraviesa una crisis sin precedentes. El 4 de abril de 2025, el Ministerio del Agua lo declaró zona de seguridad hidráulica, con el objetivo de frenar el uso no autorizado de recursos hídricos.
La medida responde a la detección de 1.600 conexiones irregulares en 160 de las 220 válvulas del sistema, lo que ha comprometido el abastecimiento de agua para cerca de 500.000 habitantes de la región. (10).