En la parroquia Los Esteros, una crisis ambiental afecta a la comunidad. La estación de bombeo de aguas servidas, clave para el manejo de residuos, no funciona desde hace más de seis meses. Por ello, diariamente, 15 mil metros cúbicos de aguas residuales llegan al mar sin tratamiento, señaló Eduardo Jurado, presidente de la Junta Cívica de esta parroquia, quien denunció la situación.

El dirigente dijo que este flujo contamina la playa Los Esteros y sus alrededores. Además, otros 10.000 metros cúbicos provenientes del Río Muerto y de El Parque del Marisco agravan el problema. Según Jurado, la estación permanece inactiva, porque las bombas, esenciales para el sistema, colapsaron. Por ello, las aguas servidas fluyen directamente al mar a través de un conducto en la calle 119.

Este vertido constante genera un impacto ambiental severo. La comunidad reporta malos olores y residuos visibles en la playa. También alertan sobre polvo contaminante, que se forma al secarse los desechos y se dispersa por el aire.
El sistema de bombeo incluye un tanque de almacenamiento. Este impulsa las aguas residuales hacia la estación La Roca y, luego, a la planta de tratamiento de Miraflores.

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Deteriro de bombas generó el problema

Sin embargo, el deterioro de las bombas y la falta de mantenimiento interrumpieron el proceso. Jurado recordó que durante la administración en la alcaldía de Jaime Estrada, se construyó un ducto para captar aguas desde el sector Eurofish, pasando por el Río Muerto. Esta red buscaba fortalecer el sistema, pero no se realizaron tareas preventivas. Las bombas fallaron y no hubo reposición.

En 2021, el municipio contrató la construcción de una línea de impulsión. Esta debía conducir hasta 30.000 metros cúbicos diarios. La obra comenzó el 12 de agosto de ese año, con un plazo de 240 días. No obstante, aseguró el dirigente han pasado más de 1.400 días y el proyecto sigue paralizado. Jurado afirmó que la comunidad solicitó información al municipio y a la Empresa Pública Aguas de Manta (EPAM) en dos ocasiones. No han habido respuestas.

Ante la inacción, la Junta Cívica tomó medidas. Decidieron acudir al Ministerio del Ambiente, al Gobierno Provincial de Manabí y al Ministerio de Salud Pública. También preparan protestas. Entre sus planes está un plantón, una marcha y una toma simbólica de instalaciones públicas. La comunidad exige saber las razones del retraso. Asimismo, demandan soluciones urgentes para detener la descarga de aguas residuales al mar. Argumentan que esta situación pone en riesgo la salud de los habitantes.

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Director de obras habló del problema de Los Esteros

Emilio Macías, director de Infraestructura y Proyectos del municipio de Manta, ofreció una versión diferente. Aseguró que la estación no está completamente parada. Reconoció, sin embargo, que las obras no avanzan al ritmo esperado. Explicó que las lluvias del último invierno complicaron el proyecto. Según Macías, el sistema colapsó por un exceso de caudal durante la temporada invernal.

El proyecto forma parte de una iniciativa mayor. Esta cuenta con un presupuesto de 15 millones de dólares, financiado por el Banco del Estado. De ese monto, 2,1 millones se destinan a las estaciones de Miraflores y Los Esteros. Macías informó que Miraflores ya opera. En cambio, Los Esteros necesita bombas nuevas, un triturador, un transformador y un generador eléctrico. Indicó que las bombas presentaron fallas de fábrica. Por ello, el municipio de Manta las devolvió y mantiene una disputa con el proveedor.

En temporada seca se instalarán equipos en estación Los Esteros

Macías añadió que la temporada seca facilitará la instalación de los equipos. También mencionó medidas de mitigación en puntos donde ocurrieron reboses. Sin embargo, la comunidad en Los Esteros insiste en que la contaminación persiste. Los habitantes reportan aguas negras en el mar y malos olores constantes. Afirman que la situación afecta a todos los sectores del barrio.

La comunidad de Los Esteros no ve avances concretos. María Cañarte, quien reside en la calle 119 en Los Esteros, dijo que las autoridades prometen soluciones a futuro, pero mientras esto no se concreta ellos enfrentan una crisis diaria. La playa, antes un punto de encuentro, ahora refleja el abandono del sistema de saneamiento debido a los malos olores, afirmó.