Timoshenko Chávez rememora el devastador aluvión que azotó Manta en 1953
Timoshenko Chávez García (82) no olvida el invierno de 1953. Ese año, el 13 de marzo, hubo un aluvión como nunca antes visto en Manta.
Recuerda que un día antes había llovido todo el día y noche, cuando de repente, en la madrugada del 13, un compadre de sus padres comenzó a gritar avisándoles que el río había crecido. Aquel episodio llenó de miedo a su padre, quien lo obligó a arrodillarse y a persignarse, contó este hombre que durante toda su vida ha habitado el barrio 4 de Noviembre.
“Fui testigo de ese momento, con apenas diez años que tenía”, precisó. Ese día el río creció de borde a borde, es decir, desde el filo de la loma donde actualmente nace el barrio Bellavista, hasta el filo de la otra loma donde hoy en día termina la avenida La Cultura. Señala que en aquella inundación no perdieron nada porque en esa época las pocas casas que había eran de caña y madera, y eran altas.
Además, pocas familias vivían al borde del río, como los Molina, los Farfán, los Figueroa, los Delgado y ellos. Timoshenko explica que en esos años el río no era angosto como ahora, sino que llegaba hasta donde hoy es la calle principal del barrio. “Ese era el cauce del río, que con el tiempo se formó sedimento en la margen derecha del río”; incluso así consta en la escritura de su padre, donde se detalla como linderos frente al cauce del río, subrayó.
Fue aquella inundación la que incluso rompió y abrió el nuevo cauce del río, que se mantiene hasta la actualidad. Ese año la familia Chávez García se refugió durante varias semanas en la parte alta del centro de Manta.
Timoshenko Chávez recuerda la lluvia de hace 30 años
Pasaron 30 años para que los mantenses vivieran otra inundación fuerte. Ocurrió en 1983. “El invierno comenzó a mediados de diciembre del 82; pero en el invierno del 83 Manta registró varias inundaciones, que incluso eran cada 15 días”, recuerda. Él cree que quizás hubo 15 o 20 inundaciones en total.
Después de ese año, en 1998 Manta también sufrió el embate de la naturaleza, de lo cual Timoshenko conserva varias fotografías, con las que ha llenado dos álbumes de 400 fotos cada uno. Cada foto está fechada. En ellas se aprecian personas con el agua hasta el pecho, otras levantando sus enseres, otras limpiando y sacando el lodo y agua de sus casas.
Para Timoshenko, quien ha vivido en carne propia varias inundaciones, la ocurrida el pasado 11 de marzo no es ni siquiera el 40 % de lo que fue la creciente del 17 de marzo del año 98. Lo asegura porque el jueves recorrió varios sectores y tomó fotos. En ese recorrido constató que en algunas partes del barrio 15 de Septiembre el agua no superó el muro de gavión y no inundó sus calles.