Daniel Noboa fue reelegido presidente de Ecuador el domingo 13 de abril de 2025, al derrotar a Luisa González, candidata del Movimiento Revolución Ciudadana. Con el 93% de las actas escrutadas, Noboa obtuvo el 55,85% de los votos, mientras que González alcanzó el 44,15%, según el Consejo Nacional Electoral (CNE). Esta victoria, por un margen de más de un millón de votos, refuerza la posición de Noboa para liderar el país hasta 2029. Sin embargo, la contienda no estuvo exenta de controversias, ya que González anunció que no reconoce los resultados y solicitará un reconteo de votos, alegando irregularidades.
Por su parte, el líder de Revolución Ciudadana, Rafael Correa, expresó su escepticismo en la red social X: “Todos saben que estos resultados son imposibles. Sacamos el mismo 44% de la primera vuelta. Estos mafiosos hubiesen podido disimular un poquito más”. Aunque Correa no profundizó en sus declaraciones, su mensaje refleja la tensión política tras los comicios. Mientras tanto, Noboa celebró desde Olón, destacando una “victoria histórica” para su movimiento, Acción Democrática Nacional (ADN).
El pasado 9 de febrero, la primera vuelta electoral mostró un escenario reñido. Daniel Noboa logró el 44,16% de los votos, apenas superando a Luisa González, quien obtuvo el 43,98%. Este margen estrecho, menor a un punto porcentual, anticipaba una segunda vuelta competitiva. Pese a ello, Revolución Ciudadana no logró capitalizar su sólido desempeño inicial, y la brecha se amplió significativamente en el balotaje. Este resultado pone en perspectiva los desafíos del movimiento para recuperar la presidencia tras casi una década en la oposición.
Daniel Noboa Azín, el presidente más joven de Ecuador, busca mantenerse en el poder hasta 2029
Tres derrotas consecutivas para Revolución Ciudadana
La derrota de 2025 marca la tercera pérdida presidencial consecutiva para Revolución Ciudadana en segundas vueltas. En 2021, Andrés Arauz compitió contra Guillermo Lasso, quien ganó con el 52,4% frente al 47,6% de Arauz. Dos años después, en las elecciones anticipadas de 2023, Luisa González enfrentó a Daniel Noboa, perdiendo por un margen ajustado: 51,8% para Noboa y 48,1% para González. Finalmente, en 2025, González volvió a medirse con Noboa, pero la diferencia creció a 11,7 puntos porcentuales.
Es notable que Luisa González haya sido la candidata de Revolución Ciudadana en dos balotajes consecutivos (2023 y 2025), un hecho que resalta su peso dentro del movimiento, pero también la dificultad para superar el “anticorreísmo” que moviliza a sectores clave del electorado. Estas tres contiendas reflejan una tendencia: aunque Revolución Ciudadana mantiene una base sólida, cercana al 44-48%, no ha logrado romper el techo electoral necesario para vencer.
Un electorado polarizado
Las elecciones de 2025 se desarrollaron en un contexto de alta polarización, con temas como la seguridad y la economía dominando el debate. Noboa, respaldado por su gestión en seguridad, capitalizó el rechazo a un posible retorno del correísmo, asociado por sus críticos con autoritarismo. Por otro lado, Revolución Ciudadana apostó por un discurso de cambio social, pero enfrentó dificultades para ampliar su apoyo más allá de su núcleo duro.
A pesar de la derrota, González mostró determinación al dirigirse a sus seguidores en Quito: “Me niego a creer que el pueblo prefiera la mentira a la verdad”. Su solicitud de reconteo busca mantener viva la narrativa de un supuesto fraude, aunque el CNE calificó los resultados como “irreversibles”. Mientras tanto, Noboa asumirá un mandato completo con el reto de abordar la crisis de seguridad y la deuda pública.
Cuestionan los resultados
Con esta victoria, Daniel Noboa consolida su proyecto político, pero enfrenta un país dividido. Para Revolución Ciudadana, la tercera derrota presidencial plantea preguntas sobre su estrategia hacia 2029. Aunque Correa y González insisten en cuestionar los resultados, la falta de pruebas concretas podría limitar el impacto de sus denuncias. Ecuador, por ahora, apuesta por la continuidad, pero el correísmo seguirá siendo una fuerza relevante en el escenario político.