Cerca de 180 migrantes venezolanos han llegado este jueves a Venezuela en un vuelo desde Honduras, tras ser deportados por Estados Unidos, en el marco del plan de repatriación ‘Vuelta a la Patria’, una iniciativa impulsada por el Gobierno de Nicolás Maduro para trasladar de vuelta al país a aquellos ciudadanos que se encuentran en el extranjero.
El ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, recibió al grupo de connacionales desde el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, en La Guaira, ubicado a las afueras de la capital venezolana, Caracas. Cabello precisó que el grupo de 178 recién llegados se compone de 162 hombres y 16 mujeres, y ha reconocido que una persona tiene una alerta roja de Interpol.
Asimismo, ha criticado la ausencia de organización por parte de las autoridades estadounidenses para que las autoridades del país latinoamericano puedan, «como ordenó el presidente ir a buscar a los venezolanos estén donde estén». «Como ven, dijeron 300 y llegaron 178. Cuando ellos se organicen nosotros estaremos listos para buscar a nuestros compatriotas», ha añadido.
Cabello informó del vuelo horas antes en la cadena de televisión estatal VTV. Allí también ha adelantado que este viernes, 11 de abril, se espera la llegada de otro avión con venezolanos deportados desde Estados Unidos y «se está preparando un nuevo vuelo desde México», sin dar más detalles al respecto.
Migrantes generan un gasto diario de 130 dólares
Por otra parte, denunció que cada venezolano detenido en territorio estadounidense genera un dividendo de 130 dólares diarios. «Eso es un negocio, allá todo está privatizado y yo les aseguro que detrás de todo eso están los magnates del Gobierno de Donald Trump».
El Gobierno de Venezuela acusó en varias ocasiones a Estados Unidos de criminalizar a los migrantes. Esto después de que la Casa Blanca haya justificado los vuelos de deportación asegurando que las personas a bordo pertenecen a organizaciones terroristas como el Tren de Aragua. Maduro defendió que la migración venezolana es «económica, de gente decente y trabajadora». Además criticó que las autoridades estadounidenses califiquen a los migrantes venezolanos de miembros «de una pandilla de asesinos».