Las aerolíneas está promoviendo la automatización de las cabinas de los aviones, sustituyendo a los copilotos humanos por sistemas de inteligencia artificial. Esto como parte de un esfuerzo por reducir costos operativos y combatir la escasez de personal. Este plan, conocido como Operaciones de Piloto Único (SPO), ha desatado un intenso debate sobre la seguridad en vuelos comerciales, especialmente en situaciones críticas. El cambio, que podría materializarse hacia la década de 2030, genera preocupaciones dentro de la comunidad de pilotos y expertos en aeronáutica.
La transición hacia el piloto único en las aerolíneas
La automatización en la industria aeronáutica no es un concepto nuevo. Desde hace varias décadas, organismos como la NASA y gigantes aeronáuticos como Airbus y Boeing han investigado sistemas para reducir la tripulación de vuelo, explorando la viabilidad de un solo piloto asistido por inteligencia artificial (IA). El esquema SPO (Single Pilot Operations) busca que, en el futuro, vuelos comerciales cuenten con un solo piloto humano. Esto sería posible con la IA asumiendo tareas críticas como la monitorización de los sistemas y la gestión de emergencias. Sin embargo, esta propuesta ha generado una respuesta negativa entre los sindicatos de pilotos y expertos en aviación, quienes advierten sobre los riesgos que conlleva la eliminación de una figura clave en la cabina de mando.
Críticas a la seguridad: la opinión de los expertos
Durante una conferencia organizada por la Royal Aeronautical Society (RAeS) en el Reino Unido, varios especialistas expresaron su preocupación por la viabilidad de las Operaciones de Piloto Único. Aseguraron que la presencia de dos pilotos es esencial no solo para repartir tareas, sino también para brindar apoyo emocional en situaciones de alta presión. Tanja Harter, presidenta de la European Cockpit Association (ECA), señaló que este esquema podría llevar a una fatiga aumentada. Si se presenta esto en el piloto activo, se comprometería la seguridad de los pasajeros.
El esquema propuesto se basa en un modelo en el que uno de los dos pilotos se mantendría en descanso activo mientras el otro opera la aeronave. Sin embargo, el aislamiento y la sobrecarga de responsabilidades podrían generar niveles elevados de estrés y fatiga en el piloto que sigue al mando. Harter destacó que el estrés emocional y físico en situaciones críticas, como un fallo técnico o condiciones meteorológicas extremas, podría tener consecuencias graves.
Tecnología insuficiente para reemplazar la interacción humana en aerolineas
Actualmente, los aviones comerciales ya utilizan sistemas avanzados como el piloto automático y los sistemas de gestión de vuelo (FMS), los cuales reducen la carga de trabajo de los pilotos. Estos sistemas automatizados asumen muchas funciones críticas durante el vuelo, sin embargo, la interacción humana sigue siendo fundamental para tomar decisiones rápidas en situaciones imprevistas, como durante emergencias o fallos graves de los sistemas.
El sistema de copiloto virtual que varias empresas están desarrollando está diseñado para asistir al piloto humano, pero no para reemplazarlo por completo. Estos sistemas pueden actuar como una segunda línea de defensa, sugiriendo decisiones, monitoreando los sistemas y alertando sobre posibles fallos. Sin embargo, expertos en seguridad argumentan que la presencia de un copiloto humano sigue siendo esencial en situaciones donde la improvisación es clave.
Reacciones del sector: sindicatos y empresas
Las reacciones al proyecto SPO han sido mixtas. Los sindicatos, como la Air Line Pilots Association (ALPA) en Estados Unidos, han presionado fuertemente contra esta iniciativa, temiendo que sea una forma de reducir los costos laborales y, por ende, las condiciones salariales de los pilotos. En 2023, ALPA logró que la FAA (Administración Federal de Aviación) y el Congreso de EE.UU. rechazaran propuestas iniciales para implementar Operaciones de Piloto Único en vuelos de carga.
A nivel global, la ECA ha organizado campañas públicas y presionado a las autoridades para que mantengan la obligatoriedad de contar con dos pilotos en la cabina. Este enfoque está en línea con el reclamo de mantener protocolos de seguridad que se han establecido durante décadas y que, según los expertos, han demostrado ser eficaces en la prevención de accidentes.
Impacto en el empleo y la desconfianza en la industria
El reemplazo de copilotos por sistemas automatizados también plantea una cuestión clave: la posible pérdida de empleos. Los sindicatos de pilotos temen que la automatización lleve a una reducción masiva de puestos de trabajo y a la precarización de la profesión. La eliminación de una posición crítica en la cabina de mando podría no solo afectar a los copilotos, sino también a toda la estructura laboral dentro de la aviación.
Por otro lado, la desconfianza hacia la industria ha aumentado debido a incidentes recientes, como los fallos del Boeing 737 MAX. Allí, según los críticos, una presión comercial excesiva para implementar tecnologías sin la debida supervisión humana pudo poner en peligro la seguridad. Las aerolíneas y los fabricantes, a pesar de sus esfuerzos por tranquilizar a la opinión pública, aún no han logrado ganarse completamente la confianza de los pasajeros en cuanto a la seguridad de los sistemas autónomos.
Aerolíneas: ¿el vuelo autónomo es posible?
En un futuro más lejano, algunas empresas tecnológicas como Xwing y Reliable Robotics, junto con figuras como Elon Musk, abogan por la creación de aeronaves comerciales completamente autónomas. Sin embargo, este concepto aún enfrenta importantes obstáculos técnicos y regulatorios, ya que el control humano en vuelos con pasajeros es un requisito fundamental.
De acuerdo con las FAA y la EASA (Agencia Europea de Seguridad Aérea), la presencia de dos pilotos en la cabina sigue siendo un estándar clave para la seguridad en los vuelos comerciales de pasajeros. Para cambiar esta normativa, se requerirían años de pruebas, evaluaciones y adaptaciones tecnológicas.