El presidente de Ecuador Daniel Noboa mantendría sus funciones durante las elecciones presidenciales, que iniciará este 24 de marzo del 2025.
A medida que en Ecuador se aproxima a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y vicepresidenciales, para el 13 de abril de 2025, surgen interrogantes. Esto sobre la participación del presidente y candidato, Daniel Noboa, en la campaña electoral y el rol de la vicepresidenta Verónica Abad.
El ministro de Gobierno, José De La Gasca, aclaró que Noboa no necesita solicitar licencia para promocionar su candidatura por Acción Democrática Nacional (ADN). El candidato compite contra Luisa González, respaldada por la Revolución Ciudadana (RC) y Renovación Total (RETO).
De La Gasca señaló que, según un fallo de la Corte Constitucional de 2010, cuando se disuelve la Asamblea Nacional y se convocan elecciones anticipadas. La participación del presidente no se considera una reelección, por lo que no es obligatorio que Noboa tome licencia para hacer campaña.
El ministro también enfatizó que el presidente continuará en funciones durante los 19 días de campaña. Además no permitirá que el país quede en manos de lo que denominó «mafias políticas».
Esta declaración hace referencia a la vicepresidenta Verónica Abad, quien recientemente retomó sus funciones y viajó a Ankara, Turquía, como encargada de negocios.
Este lunes arranca la campaña
En cuanto al calendario electoral, el Consejo Nacional Electoral (CNE) decidió que la campaña para la segunda vuelta comenzará el 24 de marzo del 2025. Se extenderá hasta el 10 de abril del 2025, ampliando así el periodo de campaña.
Esta modificación implica que el debate presidencial coincidirá con el inicio de la campaña, lo que permitirá a Noboa participar en calidad de presidente-candidato.
Paralelamente, la situación legal de la vicepresidenta Abad añade complejidad al escenario político.
El Tribunal Contencioso Electoral (TCE) está por resolver una denuncia en su contra por infracción electoral muy grave. Está relacionada con violencia política de género hacia la canciller Gabriela Sommerfeld.
En primera instancia, el juez Guillermo Ortega sancionó a Abad con una multa de 14.100 dólares y la suspensión de sus derechos de participación por dos años.
Abad apeló esta decisión y recusó a dos magistrados del TCE, Ivonne Coloma y Ángel Torres, por supuesta enemistad manifiesta.
Sin embargo, el 19 de marzo, el TCE rechazó las recusaciones, lo que permite al pleno del tribunal emitir un fallo definitivo en los próximos días.
Si el TCE ratifica la sanción, Abad perdería sus derechos políticos y no podría ejercer cargos públicos. Esto lo que impactaría directamente en su rol como vicepresidenta.
En este contexto, algunos juristas sugieren que lo más adecuado sería que el presidente Noboa solicite una licencia para enfocarse en su campaña, permitiendo que Abad asuma la presidencia temporalmente, tal como lo establece la Constitución.
En resumen, la proximidad de la segunda vuelta electoral en Ecuador está marcada por la decisión de Daniel Noboa de no tomar licencia durante la campaña y la posible inhabilitación política de la vicepresidenta Verónica Abad. Estas circunstancias generan incertidumbre sobre la conducción del país en este periodo crucial y podrían influir en el desarrollo de la contienda electoral.