Josué tiene discapacidad auditiva y el diccionario inclusivo fue parte de sus tesis en Ingeniería en Tecnologías de la Información.
El 27 de febrero de 2025 es una fecha histórica para Byron Josué Ormaza y para la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE), sede Santo Domingo. Josué, de 28 años y quien es sordo, se graduó en Ingeniería en Tecnologías de la Información, presentando su proyecto de tesis, un diccionario inclusivo.
En el salón auditorio de la ESPE, frente a sus familiares, autoridades del plantel y amigos, el santodomingueño sustentó su tesis, que consiste en la plataforma web SeñaTech: Innovación en la Educación para la Comunidad Sorda.
Es un diccionario digital de palabras técnicas, en tecnología e informática, en lengua de señas. «Esta plataforma permite a personas con discapacidad auditiva acceder a un repositorio de señas técnicas en el área de la tecnología de la información», explicó durante su exposición Josué, el flamante profesional.
SeñaTech es interactivo, está disponible en internet y se puede acceder escaneando un código QR. Este proyecto de ingeniería lo desarrolló aproximadamente siete meses, con ayuda de sus tutor.
Una emotiva ceremonia de incorporación.
Después de su exposición, que duró aproximadamente 15 minutos, se realizó la investidura. Los discursos fueron emotivos. No solo sus padres expresaron estar orgullosos de Josué, también las autoridades de la ESPE y de la carrera de Ingeniería.
Hector Revelo, jefe académico de la ESPE, sostuvo que los principios fundamentales de la universidad son los valores de libertad, igualdad y confraternidad. El director, Juan Jiménez, auguró éxitos a Josué.
Sonia Farías, madre de Josué, el creador del diccionario inclusivo, entregó una placa de agradecimiento a la institución, por la formación de su hijo. Ella dijo que siempre lo aconsejó y motivó para que no se rinda y llegue a cumplir su meta, graduarse en Ingeniería.
La dura vida de Josué, el creador del diccionario inclusivo, y sus metas.
Josué es sordo a causa de una meningitis (una inflamación de los tejidos que rodean el cerebro y la médula espinal) desde sus nueve años de edad. Pasó por varias escuelas y colegios de la ciudad, hasta que se graduó en la unidad educativa Fe y Alegría.
Es parte de una asociación de sordos en Santo Domingo, donde inculcan el lenguaje de señas. Es el segundo de cinco hermanos, y ayer dedicó su logro a uno de ellos, Andru, quien falleció hace pocos años a causa de un accidente de tránsito, y quien, como manifestó su madre, «era los oídos de Josué».
Andru le acompañaba a todo lado, le ayudaba en sus tareas, disfrutaban de sus rutinas. Junto con su familia, Josué afrontó la partida y fue su madre, quien lo siguió ‘empujando’ para que no desmaye y pueda graduarse en Ingeniería.
«Este es el principio», dijo el flamante ingeniero sobre sus aspiraciones, anhela crear una empresa inclusiva.
La universidad se adapta al mundo de la inclusión.
Hector Revelo, jefe académico de la ESPE, informó que con la llegada de Josué como institución debieron adaptarse a los retos que implicaba la enseñanza inclusiva. Desde el área de Bienestar Universitario, que cuenta con profesionales especialistas en estos temas, se solventó el caso y el alumno tuvo una malla adaptativa.
El centro de estudios dio un siguiente paso, Revelo dio a conocer que ya cuentan con el Reglamento de Inclusión, vigente desde 2023, «precisamente para abrir estos espacios, y modificamos nuestro reglamento de becas, si bien la ESPE es pública sí podemos brindar ayuda», detalló.
En el reglamento se consideró la flexibilidad, se hace un estudio del alumno y se adapta cada semestre.
En la sede de Santo Domingo no hay más estudiantes en condición de discapacidad. Sí lo hay en la modalidad en línea así como en la universidad matriz, en Sangolquí, y la sede Latacunga, donde incluso hay un laboratorio para alumnos con discapacidad visual.
Julio Contreras.