La palma africana en Ecuador tiene rostro de costa y Amazonía. Entre 2018 y 2023, tres provincias han concentrado la mayoría de la producción y superficie cosechada de este cultivo estratégico: Esmeraldas, Los Ríos y Sucumbíos. Santo Domingo de los Tsáchilas pasó de estar en cuarto lugar en 2018 al séptimo puesto en superficie cosechada en 2023.
Una situación similar sucedió con la producción de la provincia Tsáchila. Mientras en 2018 se ubicó en quinto lugar, en 2023 pasó al sexto puesto en producción del aceite rojo de palma africana. Los datos corresponden a la Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria (ESPAC) del Ministerio de Agricultura y Ganadería.
Esmeraldas: la capital de la palma africana
Esmeraldas lidera el ranking en hectáreas cosechadas y una producción acumulada de 4,65 millones de toneladas métricas, entre 2018 y 2023. Esta provincia fue pionera en la siembra masiva del cultivo, favorecida por su clima tropical, las lluvias y suelo fértil. Además, su cercanía a puertos facilita la exportación.
Sin embargo, la enfermedad conocida como pudrición del cogollo afectó seriamente sus plantaciones a partir de 2019, generando una caída sostenida en la superficie y producción. Una realidad que afectó a todas las provincias con cultivos.
Los Ríos: crecimiento sostenido
Los Ríos ocupa el segundo lugar en hectáreas cosechadas y 4,08 millones de toneladas métricas de producción entre 2018 y 2023. Esta provincia ha mostrado un crecimiento constante en superficie, especialmente entre 2020 y 2022. El desarrollo de infraestructura de procesamiento y la organización de pequeños y medianos productores ha sido clave en su evolución. Los suelos ricos en nutrientes y las inversiones privadas también explican su alta productividad.
Sucumbíos: la palma se abre paso en la Amazonía
La provincia amazónica de Sucumbíos sorprende en tercer lugar, con hectáreas cosechadas y 1,86 millones de toneladas métricas producidas entre 2018 y 2023. Este crecimiento está relacionado con la expansión de cultivos en zonas de colonización agrícola. El ingreso de grandes compañías y la búsqueda de alternativas a los monocultivos tradicionales explican parte del auge. No obstante, organizaciones ambientalistas han advertido sobre la presión que la expansión de palma africana ejerce sobre la biodiversidad de la Amazonía.
Evolución y comportamiento por años
En 2018, Esmeraldas marcó el pico más alto con hectáreas cosechadas y 1,18 millones de toneladas métricas producidas. Los Ríos, en cambio, creció de manera sostenida con hectáreas cosechadas y con una producción que bordeó las 700 mil toneladas. Sucumbíos duplicó su superficie en apenas dos años, entre 2018 y 2020, incrementando en casi un 130% su volumen de producción.
¿Por qué estas provincias concentran la producción?
Los factores que explican esta concentración son:
- Condiciones agroclimáticas ideales (temperatura, humedad y pluviometría)
- Inversión privada en plantas extractoras y procesamiento de aceite
- Infraestructura vial que permite conectar zonas de cultivo con puertos
- Políticas de incentivo agrícola aplicadas principalmente en la costa
- Disponibilidad de tierras en expansión agrícola, especialmente en Sucumbíos
¿Y el resto del país? Provincias como Santo Domingo de los Tsáchilas, Orellana y Manabí también tienen presencia en el cultivo de palma africana, pero en proporciones menores. En el caso de Santo Domingo, por ejemplo, la superficie cosechada cayó abruptamente por efecto de la pudrición del cogollo, que destruyó gran parte de los cultivos productivos entre 2019 y 2022.
Un cultivo estratégico, pero con desafíos
La palma africana es uno de los principales productos agrícolas de exportación en Ecuador. Sin embargo, su crecimiento ha generado controversias, especialmente en la Amazonía, donde la expansión no planificada puede amenazar ecosistemas frágiles. Expertos del MAG y de ProPalma Ecuador coinciden en que el país necesita una política integral de desarrollo del sector, basada en sostenibilidad, bioseguridad y apoyo a pequeños productores (21).
Producción de palma africana cayó más del 80% en cinco años en Santo Domingo