A más de dos años de la salida de Gustavo Alfaro como director técnico de la selección de Ecuador, la disputa económica entre el estratega y la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) aún no se resuelve.
Luego de la eliminación de Ecuador en el Mundial de Catar 2022 ante Senegal, Gustavo Alfaro decidió no continuar en el cargo. Sin embargo, su salida se oficializó en enero de 2023. Desde entonces, el entrenador ha reclamado pagos pendientes ante la FIFA y el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), generando un conflicto legal con la FEF.
El presidente de la FEF, Francisco Egas, aseguró en una rueda de prensa que el organismo cumplió con lo establecido en el fallo del TAS. «El 25 de enero de 2025 recibimos el laudo del TAS que nos condena a pagar un monto muy similar al que le habíamos ofrecido. El 19 de febrero cumplimos con el pago y cerramos este capítulo, que creo que pudimos haberlo cerrado de otra manera», declaró.
El martes 1 de abril del 2025, se conoció que la FIFA ha intimado a la FEF. El motivo es para que pague alrededor de 530.000 dólares adicionales, sumados a intereses, multas y 30.000 francos suizos (33 mil dólares). La máxima institución del fútbol nacional tiene 30 días para pagarle a Gustavo Alfaro los montos actualizados más intereses y costos judiciales. Además de 10 días para presentar las razones por las que no pagó en el tiempo inicial.
En caso de no cancelar la deuda en los periodos establecidos actualmente, se le terminará de embargar el 20 % de los derechos de FIFA, y si esto se extiende, se aumentará hasta el 40 % llegando hasta medidas de orden disciplinario.
Actualmente, Gustavo Alfaro, es el entrenador de la selección de Paraguay, que también pugna por llegar al Mundial del 2026.
La respuesta de la FEF sobre pago de Gustavo Alfaro
Ante esta nueva exigencia, la FEF emitió un comunicado en el que aclaró que la cifra no corresponde a una nueva demanda ni a un pago adicional, sino a montos ya estipulados en las resoluciones previas de FIFA y el TAS. Según el organismo, el pago se limita a los contratos con Gustavo Alfaro y su cuerpo técnico, incluyendo «remuneraciones, premios e impuestos».
A pesar del cumplimiento anunciado por la FEF, este nuevo pronunciamiento de la FIFA sugiere que el caso sigue abierto, prolongando una disputa que parecía haber llegado a su fin.