Las zonas rurales, sobre todo las más alejadas de los centros poblados, o las que tienen problemas de acceso, necesitan que se mejore la atención en los servicios básicos, sobre todo en el de salud.
La insuficiente infraestructura sanitaria y de salud hace que se retrase la atención en casos de urgencia, con lo que se pierde tiempo que podría servir para salvar vidas en zonas rurales.
La Constitución obliga al Estado a garantizar el acceso a los servicios de salud; pero, lamentablemente, gran parte de la zona rural no tiene estas facilidades.
Un caso reciente: en la zona de La Manga del Cura, en el cantón El Carmen, paramédicos tuvieron que asistir en el parto a una mujer a la que trasladaban a un hospital.
«La distancia y las condiciones de las vías afectan al acceso a la salud”.
La distancia y las condiciones de la vía han hecho que emergencias como esta sean frecuentes en esta parte de Manabí.
La falta de una infraestructura adecuada, la escasez de personal de salud calificado, la limitación de los recursos y el desinterés de las autoridades aumentan la brecha entre las áreas urbanas y rurales.
No es posible que la ubicación geográfica determine la calidad de la atención que puede recibir la población.
Si hubiera dispensarios y centros de salud adecuados y bien abastecidos de insumos, habría un acceso más justo a estos servicios.