Fue acertada la emisión de las normativas legales que se dieron a partir de la pandemia por el coronavirus, ya que permitieron cierta flexibilidad laboral para que las empresas pudieran sobrevivir a las duras consecuencias de las restricciones que se impusieron hace dos años.
Con ello se pudo mantener la mayor cantidad de empleos en una época tan difícil. Si no hubiera existido este marco legal y, con el sistema laboral tan rígido que existe en Ecuador, seguramente hubieran cerrado más empresas y se hubiese perdido un número mayor de empleos durante los tiempos más cruciales de la pandemia.
Es cierto que, de cierta forma, se precarizó la relación laboral y, en muchos casos, hubo reclamos por los derechos de los trabajadores. Sin embargo, ¿qué no se precarizó durante la pandemia?
«Hubieran cerrado más empresas y se hubiese perdido un número mayor de empleos”.
Fueron meses críticos, no solo para el país sino para todo el planeta, en los que se perdió mucho en todos los sectores de la sociedad: empresas, empleados, Estado, salud… todos, en general. Pensar que se puede pasar incólume de una crisis de esa naturaleza es ingenuo.
Los cambios que se dieron fueron circunstanciales y ayudaron mucho. Lo que queda ahora es que haya una reforma para flexibilizar las relaciones laborales, ya en un marco definitivo, para mejorar el entorno social y económico del país.
Editorial de El Diario publicado este domingo 19 de junio del 2022 en nuestra edición impresa.