El mosaico de gelatina, un postre muy popular en América Latina, es preparado por familias y reposteros en celebraciones desde el siglo XX, para deleitar con su presentación colorida y sabor versátil.
Un postre de raíces mexicanas
El mosaico de gelatina, conocido también como gelatina de vitrales, es un postre típico de México que se elabora con cubos de gelatina de distintos sabores y colores, integrados en una base de gelatina neutra o cremosa.
Su origen data de la década de 1950, cuando las gelatinas comerciales comenzaron a popularizarse en México gracias a la introducción de productos en polvo. Su versatilidad y facilidad de preparación lo convirtieron en un favorito para fiestas infantiles, reuniones familiares y eventos culturales.
La receta se inspira en la tradición de postres fríos, comunes en climas cálidos, y en la creatividad de las cocinas latinas que buscaban presentaciones visualmente atractivas. No requiere horno ni técnicas avanzadas, lo que lo hace accesible para cualquier hogar.
Ingredientes y preparación paso a paso
Para preparar un mosaico de gelatina se necesitan: 4 paquetes de gelatina de diferentes sabores (fresa, limón, uva, etc., 90 g cada uno), 1 litro de leche evaporada, 1 litro de leche condensada, 4 tazas de agua, 30 g de grenetina sin sabor y moldes.
Estos son los pasos a seguir:
- Disuelve cada paquete de gelatina de sabor en 1 taza de agua hirviendo y 1 taza de agua fría. Vierte en moldes cuadrados y refrigera por 4 horas hasta que solidifiquen.
- Corta las gelatinas solidificadas en cubos de 2 cm. Reserva.
- Disuelve la grenetina sin sabor en 1/2 taza de agua caliente. Mezcla con la leche evaporada y condensada hasta obtener una crema homogénea.
- En un molde grande, coloca los cubos de gelatina y vierte la mezcla cremosa. Refrigera por 6 horas hasta que cuaje.
- Desmolda con cuidado y sirve frío.
Acompañamientos ideales para la gelatina de mosaico
El mosaico de gelatina se sirve comúnmente solo, pero puede acompañarse con crema batida, frutas frescas como fresas o mango, o helado de vainilla.
En algunas regiones de México, se complementa con leche condensada o un toque de chispas de chocolate. Estos acompañamientos realzan su sabor y textura, manteniendo su frescura.
Consejos para un resultado perfecto
Para un mosaico visualmente atractivo elige colores contrastantes como rojo, verde y amarillo. Usa moldes de silicona para desmoldar fácilmente.
Refrigera al menos 6 horas para garantizar la consistencia adecuada. Este postre puede prepararse con antelación y conservarse hasta 3 días en refrigeración.
En México, el mosaico de gelatina es un elemento cultural en celebraciones como posadas, bautizos y cumpleaños. Su popularidad ha trascendido fronteras, siendo adoptado en otros países de América Latina con variaciones locales. (13).