El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, negó este lunes que exista hambruna en Gaza. Afirmó que su gobierno no ha implementado una política de inanición y que ha facilitado ayuda humanitaria durante la guerra. Las declaraciones se producen en medio de crecientes preocupaciones internacionales sobre la situación humanitaria en el enclave palestino., Allí organizaciones como la ONU han alertado sobre riesgos de famine.
Benjamín Netanyahu hizo estas afirmaciones durante un discurso en Jerusalén, insistiendo en que Israel ha permitido la entrada de asistencia humanitaria desde el inicio del conflicto. Según el primer ministro, las acusaciones de hambruna son “mentiras descaradas”. Afirmó que su gobierno está comprometido con los objetivos militares, incluyendo la liberación de rehenes y la destrucción de la capacidad de Hamás.
Benjamín Netanyahu habló sobre los gatazíes
No especificó cantidades exactas de ayuda entregada, pero destacó que se han tomado medidas para cumplir con las leyes internacionales. La ONU y varias organizaciones humanitarias han reportado desde hace meses una severa escasez de alimentos, agua y medicinas en Gaza, agravada por un bloqueo israelí que se intensificó en marzo de 2025.
En mayo, Israel permitió la entrada limitada de camiones con asistencia tras presión internacional, aunque la ONU calificó estas medidas como insuficientes para atender las necesidades de más de dos millones de personas afectadas por el conflicto. La crisis se ha visto exacerbada por la guerra iniciada tras los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023.
El conflicto ha desplazado a casi toda la población de Gaza y causado más de 53 mil muertes, según autoridades de salud locales. Netanyahu ha vinculado la reanudación parcial de la ayuda a presiones de aliados, como senadores estadounidenses, que expresaron preocupación por imágenes de hambre. Sin embargo, no detalló cómo se distribuirá la asistencia ni respondió a reportes de incidentes violentos en sitios de ayuda.
Punto crítico de relaciones internacionales
El tema ha generado debate global, con líderes de Reino Unido, Francia y Canadá condenando recientemente las restricciones humanitarias y amenazando con acciones concretas si no se mejora el acceso a la ayuda. Por su parte, Israel sostiene que Hamás desvía recursos, aunque no ha presentado evidencia pública reciente al respecto. La situación en Gaza sigue siendo un punto crítico en las relaciones internacionales, con llamados a un alto al fuego que aún no prosperan.
La Policía Nacional y organismos humanitarios continuarán monitoreando el desarrollo de la crisis, mientras las negociaciones para un cese al fuego avanzan lentamente.