Hernán Gil es un músico colombiano, licenciado en música por la Universidad de Caldas, con una destacada trayectoria en la interpretación y formación musical. Ha participado en bandas, orquestas sinfónicas, grupos de cámara y música colombiana, además de ser pionero en la creación de orquestas juveniles y big bands.
En Ecuador, desde 2005, trabajó como saxofonista solista, docente y fundador de la Orquesta Sinfónica Juvenil de la Universidad Eloy Alfaro, liderando proyectos culturales hasta su jubilación en 2024.
¿Cuál es su formación y trayectoria profesional como músico?
Soy licenciado en música de la Universidad de Caldas. Tengo una trayectoria en diferentes formatos musicales, incluyendo bandas, orquestas sinfónicas, grupos de música colombiana, grupos de cámara y orquestaciones. Mi carrera abarca tanto la interpretación como la formación de músicos.
¿Qué lo motivó a dejar Colombia y venir a Ecuador?
En 2012, Colombia enfrentó un estado de conmoción que afectó el apoyo gubernamental a la cultura. Tras 12 años con la orquesta sinfónica de mi ciudad, el gobierno suspendió el financiamiento, lo que dificultó la continuidad del trabajo cultural. Mi hermano, un empresario establecido en Ecuador, me animó a probar oportunidades aquí, donde había un entorno más favorable para el arte.
¿Cómo comenzó su carrera en Ecuador?
Llegué a Ecuador y empecé a trabajar como saxofonista solista en hoteles como el Howard Johnson y el Oro Verde. Esto me permitió darme a conocer en el medio musical local. Luego, en 2005, fui invitado por Horacio Hidrovo Peñaherrera, director del Departamento de Cultura de la Universidad, para impartir clases teóricas y de instrumento.
¿Cómo se gestó la Orquesta Sinfónica Juvenil de la Universidad?
En 2007, con el apoyo del Dr. Hidrovo, formé la Orquesta Sinfónica Juvenil de la Universidad. El primer concierto se realizó en el auditorio de la Uleam, con la presencia de asambleístas y otras autoridades. Esta orquesta, compuesta por 25 a 27 estudiantes, tuvo un impacto significativo y llegó a realizar una gira en 2014 por Los Ángeles y Las Vegas, con 10 presentaciones.
¿Qué pasó con la orquesta sinfónica y por qué dejó de funcionar?
La orquesta perdió apoyo institucional tras cambios en el rectorado y la falta de financiamiento. Los instrumentos, adquiridos para el proyecto, están en poder del Departamento de Cultura, pero algunos se han deteriorado por falta de uso. Actualmente, el Departamento de Cultura no mantiene una orquesta sinfónica y las instalaciones destinadas a la música fueron absorbidas por la Facultad de Artes y Humanidades.
¿Cuáles han sido sus mayores satisfacciones como músico?
Haber sido pionero en la formación de orquestas sinfónicas juveniles en la universidad. También creé una orquesta big band para noches de boleros, que se convirtió en un evento anual muy esperado por el público. Formar a jóvenes músicos con una visión integral de la música ha sido una de mis mayores satisfacciones.
¿A qué se dedica actualmente?
Trabajo de manera independiente con K-bana Producciones, impartiendo clases de teoría sinfónica. Además, participo como solista en grabaciones y eventos privados, y continúo siendo invitado por orquestas.
¿Qué mensaje tiene para las autoridades culturales sobre los proyectos como la orquesta?
Es crucial que las autoridades tomen conciencia de la importancia de apoyar a los jóvenes a través de la música. Un instrumento en manos de un joven es una herramienta de formación y transformación.