El Ministerio de Salud Pública (MSP) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) capacitaron a más de 100 profesionales de la salud entre médicos, enfermeras y técnicos en la provincia de Zamora Chinchipe, Ecuador. Esta iniciativa busca fortalecer el manejo clínico de la fiebre amarilla (FA), garantizando una respuesta oportuna y eficaz ante posibles casos.
Zamora Chinchipe: temas abordados y objetivos
Los participantes reforzaron sus conocimientos en diversos temas clave. Se revisó la situación epidemiológica de la fiebre amarilla a escala regional y nacional. También se abordaron la descripción de la enfermedad, incluyendo su agente, transmisión, reservorio, incubación y transmisibilidad. Otros puntos esenciales fueron la definición de caso, la investigación epidemiológica, el diagnóstico clínico y de laboratorio, así como el manejo clínico y los flujogramas de diagnóstico.
Pablo Acosta, especialista de vigilancia epidemiológica del MSP, destacó la importancia de la capacitación. Afirmó que el objetivo principal es que los profesionales identifiquen con mayor precisión los casos de FA. Esto les permitirá derivar a los pacientes a los hospitales de manera oportuna. Las capacitaciones duraron casi ocho horas diarias e incluyeron talleres prácticos, lo que fortaleció el conocimiento en la provincia amazónica.
Vigilancia y acciones preventivas
Acosta aseguró que, aunque el país no presenta nuevos casos de fiebre amarilla, la vigilancia epidemiológica se mantiene activa. Especialmente, en las tres provincias donde se registraron brotes de la enfermedad. Recalcó que las acciones de respuesta, como la vacunación, el control vectorial y la educación, han sido fundamentales. Estas medidas clave lograron el control de los casos existentes.
El equipo del MSP y la OPS visitó el Hospital Isidro Ayora de Loja. Allí verificaron el funcionamiento del laboratorio, los análisis de pruebas y el manejo de casos. Asimismo, la Coordinación Zonal 7-Salud mantiene activas acciones de vigilancia epidemiológica en la frontera con Perú. Específicamente en los cantones de Arenillas, Huaquillas y Las Lajas. Estas acciones incluyen el control larvario con abate en depósitos de agua expuestos. También se realizan rociados intradomiciliarios y entregas de mosquiteros impregnados. Adicionalmente, se brindan charlas informativas y se organizan mingas comunitarias para eliminar criaderos.
Reducción de riesgos y monitoreo de vectores
María del Cisne Bravo, responsable de control vectorial de la Coordinación Zonal 7-Salud, indicó que estas iniciativas son cruciales. Son fundamentales para reducir el riesgo de enfermedades y proteger la salud de la población. Se coordina con el equipo de Entomología del Distrito de Machala. El objetivo es instalar trampas que determinen el índice de densidad poblacional de mosquitos adultos. Se monitorean los géneros Anopheles y Aedes, vectores de enfermedades como malaria, dengue, zika, chikungunya y fiebre amarilla.