Los pasajeros de aeropuertos estadounidenses ya no deben quitarse los zapatos para los controles de seguridad. Esta nueva política, anunciada hoy, 8 de julio de 2025, por la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington, finaliza una medida implementada hace 20 años tras un intento de atentado.
El origen de la medida de seguridad
La Secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, informó sobre el cambio en las normativas de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA). “En estos 20 años, nuestra tecnología de seguridad ha cambiado. Ha evolucionado”, afirmó Noem. Añadió que la TSA y la seguridad se abordan ahora desde una perspectiva gubernamental de varios niveles.
El requisito de quitarse los zapatos en los controles de seguridad se estableció a raíz de un incidente específico. El 22 de diciembre de 2001, el británico Richard Reid intentó detonar explosivos ocultos en sus zapatillas deportivas. Esto ocurrió a bordo de un vuelo de American Airlines que cubría la ruta entre París y Miami.
Evolución de la seguridad aeroportuaria
Las medidas de seguridad en los aeropuertos se endurecieron considerablemente tras el intento de atentado de Reid. A partir de 2006, se hizo obligatorio que todos los pasajeros en los aeropuertos de Estados Unidos se descalzaran. Los zapatos debían pasar por un escáner especial, una práctica que se mantuvo por casi dos décadas.
Richard Reid se declaró culpable de cargos de terrorismo, entre otros. Actualmente, cumple una condena de cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado. Este caso fue un punto de inflexión en la historia de la seguridad aérea global.
Impacto del cambio en los viajeros
La eliminación de esta regla representa un alivio para millones de viajeros. La TSA considera que los avances tecnológicos permiten mantener la seguridad sin la necesidad de esta incomodidad. Este cambio facilita el proceso de control, reduciendo tiempos de espera.
La medida busca optimizar la experiencia de los usuarios sin comprometer la seguridad. La tecnología actual es capaz de detectar amenazas de forma más eficiente. Esto marca una nueva era en los protocolos de seguridad de los aeropuertos estadounidenses.