Un nuevo helipuerto en el Relleno Sanitario El Inga fortalece la respuesta de Quito ante emergencias. El Municipio de Quito construyó esta infraestructura para mejorar el combate de incendios forestales y la atención de incidentes, utilizando agua tratada de lixiviados para el abastecimiento de helicópteros.
Estrategia integral para la prevención
El Municipio de Quito, a través de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (EMGIRS EP) y el Cuerpo de Bomberos del Distrito Metropolitano de Quito (CBDMQ), inauguró un helipuerto clave. Esta infraestructura, ubicada en el Relleno Sanitario El Inga, es fundamental para las operaciones de combate forestal. Permite el despegue, aterrizaje y abastecimiento de helicópteros equipados con helibaldes.
La iniciativa responde a la temporada crítica de incendios forestales de 2024. Ese año, Quito enfrentó 340 eventos que afectaron unas 2.233 hectáreas. Muchas de estas zonas son ambientalmente sensibles. Ante esta realidad, EMGIRS EP y el CBDMQ fortalecen sus estrategias conjuntas. Enfocan en prevención, monitoreo y respuesta rápida.
Innovación y sostenibilidad hídrica
Uno de los aspectos más innovadores del proyecto es el uso de agua tratada. Esta proviene del sistema de lixiviados del propio relleno sanitario. Esta solución evita el consumo de fuentes hídricas naturales. Además, promueve el aprovechamiento sostenible de recursos. Es un ejemplo de gestión ambiental responsable.
Para asegurar su funcionamiento, se realizará un simulacro en el helipuerto. Esto permitirá verificar su operación y los protocolos de acción. También demostrará el uso eficaz del agua tratada en el control de incendios. Todo en beneficio del ambiente y la seguridad ciudadana.
Colaboración interinstitucional y compromiso urbano
El helipuerto del Relleno Sanitario El Inga es una de las 3001 obras que se entregarán. Representa un claro ejemplo de colaboración interinstitucional. Muestra el compromiso de la ciudad con la sostenibilidad. También destaca la protección ambiental y la seguridad de las y los quiteños. La obra mejora la capacidad de respuesta ante futuras emergencias. Es un paso adelante en la gestión de riesgos.