Pago diferido: Claves para usarlo de forma inteligente y evitar riesgos

Este método permite adquirir bienes o servicios sin pagar inmediatamente, ya sea en un solo desembolso futuro o en cuotas, dependiendo del acuerdo con el banco o la tienda.
Diferir pagos a 3, 6 o 12 meses es una práctica común para adquirir bienes o servicios.
Diferir pagos a 3, 6 o 12 meses es una práctica común para adquirir bienes o servicios.
Diferir pagos a 3, 6 o 12 meses es una práctica común para adquirir bienes o servicios.
Diferir pagos a 3, 6 o 12 meses es una práctica común para adquirir bienes o servicios.

Noemí Moreira

Redacción ED.

Noemí Moreira

Redacción ED.

Nací en Manta en 1993. Licenciada en Ciencias de la Comunicación, mención Periodismo. Tengo exper... Ver más

El pago diferido, una herramienta financiera que permite posponer el pago de compras a una fecha futura, es una opción cada vez más utilizada para gestionar gastos grandes o inesperados. Según expertos, el uso de tarjetas de crédito, principal medio para diferir pagos, ha crecido en los últimos años. Ángeles Hernández, economista, estima que cerca del 40 % de los usuarios no evalúa los costos asociados, lo que puede derivar en problemas financieros y en el sobreendeudamiento.

La economista explica que el pago diferido permite adquirir bienes o servicios sin pagar inmediatamente, ya sea en un solo desembolso futuro o en cuotas, dependiendo del acuerdo con el banco o la tienda. Recalca que esta flexibilidad es ideal para compras importantes, pero requiere planificación para evitar intereses elevados o sobreendeudamiento. A diferencia del pago a plazos, que divide el monto en mensualidades (generalmente con intereses), el pago diferido aplaza el monto total a una fecha específica, con o sin intereses según la oferta.

Diferencias clave entre diferido y pago a plazos

El pago a plazos implica cuotas regulares, como en promociones de “meses sin intereses”, mientras que el pago diferido posterga el pago completo. Por ejemplo, diferir una compra de $500 a tres meses significa pagar el total más tarde, mientras que a plazos se divide en cuotas mensuales de $166 más intereses. Según José Luis Mora, economista, “elegir entre estas opciones depende de la capacidad de pago y las condiciones del banco”.

Ventajas del pago diferido:

  • Liquidez inmediata: Permite realizar compras sin afectar el presupuesto mensual.
  • Flexibilidad: Programar el pago según ingresos futuros.
  • Promociones sin intereses: Algunas tarjetas, que no cobra anualidad, ofrecen diferimientos sin costo adicional en ciertas compras.
  • Gestión de emergencias: Útil para gastos imprevistos, como reparaciones.

Desventajas:

  • Intereses altos: Si no se paga a tiempo, las tasas pueden superar el 20 % anual.
  • Riesgo de sobreendeudamiento: La sensación de disponibilidad financiera puede llevar a gastos excesivos.
  • Limitaciones: No todas las tarjetas ofrecen esta opción automáticamente.

Los plazos recomendados y cómo decidir cuál es el más conveniente 

Diferir a 3 meses: Ideal para compras de bajo o mediano valor, como electrodomésticos pequeños o ropa, con un costo total de hasta $500. Este plazo es adecuado si los ingresos mensuales permiten cubrir cuotas sin comprometer necesidades básicas. Por ejemplo, una compra de $300 a 3 meses genera cuotas de aproximadamente $100, más intereses que suelen oscilar entre el 10 % y 16 % anual, según los expertos. Es conveniente para gastos urgentes o promociones con intereses bajos, añaden.

Diferir a 6 meses: Recomendado para compras de mayor valor, como muebles o tecnología (entre $500 y $1,500), cuando se cuenta con ingresos estables. Este plazo equilibra cuotas manejables y costos de interés moderados. Por ejemplo, un televisor de $900 a 6 meses implica cuotas de $150, más intereses, explica Hernández. Es ideal si el pago no excede el 20 % de los ingresos mensuales, según los expertos.

Diferir a 12 meses: Adecuado para inversiones significativas, como electrodomésticos grandes, viajes o equipos para negocios (más de $1,500). Este plazo es útil para quienes necesitan cuotas más bajas, pero los intereses acumulados son mayores. Por ejemplo, una laptop de $2,000 a 12 meses genera cuotas de $166, más intereses que pueden llegar al 20 % anual. Hernández señala que solo es conveniente “si el presupuesto permite pagos a largo plazo sin afectar un fondo de emergencia”.

Cómo saber qué plazo me conviene

  1. Evalúa tu capacidad de pago: Usa la regla 50/30/20 (50 % necesidades, 30 % deseos, 20 % ahorro/deudas). Las cuotas no deben superar el 20 % de los ingresos disponibles.
  2. Compara intereses: Revisa la tasa efectiva anual de la tarjeta o préstamo. Algunas promociones ofrecen diferimientos sin intereses; priorízalas.
  3. Considera el propósito: Usa plazos cortos (3-6 meses) para bienes de consumo y plazos largos (12 meses) para inversiones que generen valor, como equipos para un negocio.

“El diferimiento es una herramienta poderosa si se usa con planificación. Evaluar ingresos, comparar tasas y priorizar el ahorro son clave para evitar cargas financieras”, señala el economista José Luis Mora. Un mal uso del diferimiento puede llevar a deudas acumuladas, afectando la salud financiera.

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