La shakshuka, un plato tradicional de huevos pochados en salsa de tomate, se prepara en 30 minutos en cualquier cocina del mundo.
Ideal para desayunos o brunch, se originó en el norte de África, logrando popularizarse en el resto del mundo. Se trata de un plato versátil y muy delicioso.
Conoce más sobre el origen de la shakshuka
La shakshuka tiene sus raíces en el norte de África, particularmente en Túnez, donde se documentó en el siglo XVI. Su nombre deriva del árabe “shakshek”, que significa “mezclar”.
Fue adoptada por la cocina magrebí y llevada a Israel por inmigrantes judíos en el siglo XX, donde se convirtió en un plato emblemático. Los huevos y el tomate son básicos para esta preparación.
Ingredientes y preparación
Para preparar shakshuka, se necesitan: seis huevos, cuatro tomates maduros (o una lata de tomate triturado, 400 g), una cebolla mediana, un pimiento rojo, dos dientes de ajo, dos cucharaditas de comino molido, una cucharadita de pimentón, aceite de oliva, sal, pimienta y, opcionalmente, chile fresco para un toque picante.
Para su preparación, en una sartén grande calienta tres cucharadas de aceite de oliva a fuego medio. Sofríe la cebolla picada y el pimiento en cubos por 5 minutos. Añade el ajo picado y cocina un minuto.
Luego incorpora los tomates triturados, comino, pimentón, sal y pimienta, y cocina a fuego lento por 10 minutos hasta obtener una salsa espesa.
Haz pequeños huecos en la salsa y rompe los huevos con cuidado. Cubre la sartén y cocina por 5-8 minutos hasta que las claras estén firmes, pero las yemas sigan líquidas. Espolvorea perejil fresco o cilantro al final. Sirve directamente en la sartén para compartir. La receta rinde 4 porciones y puede ajustarse según el número de comensales.
Acompañantes ideales para la shakshuka
La shakshuka se sirve tradicionalmente con pan pita o pan crujiente, ideal para mojar en la salsa. Otros acompañantes incluyen hummus, que aporta cremosidad, y ensalada israelí (tomate, pepino, cebolla y perejil) para un toque fresco.
También se puede complementar con yogur natural o labneh, que equilibran el picante, y olivas negras para un sabor mediterráneo. Para bebidas, un té de menta o jugo de naranja fresco son opciones comunes.
Popularidad y versatilidad
La shakshuka ha ganado popularidad mundial, especialmente en Estados Unidos y Europa, donde se ofrece en cafeterías y restaurantes de brunch. Su versatilidad permite adaptaciones, como añadir queso feta, espinacas o chorizo, aunque la receta clásica sigue siendo la favorita. Es un plato económico, con un costo aproximado de $5-7 para cuatro personas, dependiendo de los ingredientes.
Consejos prácticos
Utiliza tomates frescos de temporada para mejor sabor, o conserva en lata si no están disponibles. Ajusta el nivel de picante según preferencia, y verifica la frescura de los huevos para un mejor resultado.
La shakshuka puede prepararse con antelación, pero los huevos deben cocinarse justo antes de servir para mantener su textura.