Un 25 de junio de 1842, en Montecristi, Manabí, nacía uno de los personajes más trascendentales en la historia del Ecuador: José Eloy Alfaro Delgado. A 183 años de su natalicio, su figura sigue despertando homenajes, reflexiones y, sobre todo, un profundo sentido de identidad nacional. Su legado como líder de la Revolución Liberal y promotor de un Estado moderno sigue vigente en leyes, instituciones y valores que aún definen la vida republicana.
Historiadores coinciden en que “Alfaro no solo fue un militar; fue un ideólogo del progreso que surgió desde la periferia, sin apellidos aristocráticos ni pactos con el clero”. Las ceremonias conmemorativas de su nacimiento se celebran cada 25 de junio en Montecristi, Portoviejo, Quito y Guayaquil.
Este año, la Prefectura de Manabí rindió homenaje al natalicio del General Eloy Alfaro Delgado, en un acto solemne realizado en la Plaza Alfaro de Portoviejo. La ceremonia también marcó el inicio oficial de las actividades conmemorativas por los 201 años de provincialización, fecha emblemática para la historia y la identidad de la provincia. Durante la jornada, el prefecto, Leonardo Orlando, destacó la figura de Alfaro como un referente fundamental en la transformación del país: “Recordamos y rendimos homenaje al nacimiento del hombre que cambió el destino del Ecuador para siempre. Hace 183 años nació Eloy Alfaro Delgado, el manabita inmortal, el líder visionario, el Viejo Luchador que no descansó hasta ver a su patria libre de todas las cadenas” enfatizó.

Origen humilde, visión gigante de Eloy Alfaro
Desde pequeño, Alfaro mostró carácter firme. Hijo de Manuel Alfaro, comerciante español, y de María Natividad Delgado, mujer cívica y educada, creció entre sombreros de paja toquilla y el bullicio rural manabita del siglo XIX.
Su madre era hija de un regidor del Cabildo colonial de Montecristi, lo que le permitió recibir una crianza con valores cívicos
El ambiente manabita de esa época, distinto al urbano de Guayaquil o Quito, fue el caldo de cultivo para su formación política, más orgánica y arraigada a las raíces de la provincia. Ese entorno moldeó su pensamiento liberal y su sensibilidad hacia la desigualdad.
la historia cuenta que ayudar en el negocio familiar le proporcionó experiencia en disciplina, relación con trabajadores y comercio. Estas habilidades se trasladarían a su papel político y militar.
Su activismo comenzó temprano: formó parte de conspiraciones contra gobiernos conservadores, lo que lo llevó al exilio en Panamá hacia 1864, como parte de su proceso de formación política y personal
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1842: Nace en Montecristi.
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1864: Exiliado en Panamá por su oposición al régimen conservador.
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A los 22 años: Lidera su primer levantamiento armado en el sitio Colorado.
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1895: Encabeza la Revolución Liberal.
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1908: Inaugura el ferrocarril Guayaquil–Quito el día de su cumpleaños.
Ese liderazgo joven lo convirtió en el ‘Águila Roja’, sobrenombre ganado por su audacia, y en el ‘Viejo Luchador’, como lo bautizaría más adelante la historia.
Presidente dos veces y reformador radical
Eloy Alfaro gobernó Ecuador en dos periodos: 1895–1901 y 1906–1911. Desde la presidencia impulsó una agenda transformadora: educación laica, libertad de culto, matrimonio civil, divorcio y el Registro Civil. También redujo el poder del clero en el Estado.
Uno de sus mayores logros fue la construcción del Ferrocarril Transandino, obra que unió el litoral con la sierra y que simbolizó la integración del país moderno. La línea Guayaquil–Quito fue inaugurada el 25 de junio de 1908, convirtiendo su natalicio en una fecha doblemente histórica.
Entre su legado más relevante destaca:
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Educación laica, gratuita y obligatoria: Separó la enseñanza de la Iglesia y garantizó el acceso universal al conocimiento.
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Construcción del Ferrocarril Transandino: Unió Guayaquil con Quito, integrando económica y simbólicamente la Costa y la Sierra.
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Legalización del matrimonio civil y del divorcio: Amplió los derechos individuales y rompió con el monopolio eclesiástico sobre la vida familiar.
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Creación del Registro Civil: Institucionalizó el reconocimiento legal de nacimientos, matrimonios y defunciones.
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Separación Iglesia–Estado: Limitó el poder clerical en la política y consolidó un Estado republicano moderno.
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Libertad de culto y prensa: Garantizó derechos fundamentales y promovió una ciudadanía crítica y pluralista.
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Reducción del centralismo: Dio protagonismo a las provincias, en especial a la Costa, en las decisiones del poder nacional.
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Ejemplo de lucha contra el autoritarismo: Su vida y muerte encarnan la resistencia a los regímenes conservadores y represivos.
La hoguera bárbara y el legado eterno
El 28 de enero de 1912, Alfaro fue asesinado brutalmente en Quito. Su cadáver fue arrastrado por las calles y quemado en un acto conocido como La Hoguera Bárbara. Este episodio marcó profundamente la memoria colectiva del país.
Hoy, su figura sigue presente en escuelas, avenidas, plazas y en el Colegio Militar que lleva su nombre. Más allá de los monumentos, su legado vive en los derechos y libertades que impulsó con firmeza, incluso a costa de su vida.
Conmemorar el nacimiento de Eloy Alfaro no es solo un acto cívico. También es una oportunidad para reflexionar sobre las luchas sociales y el rumbo del país. En tiempos donde la historia suele olvidarse, recordar su vida desde Montecristi hasta la presidencia es reconocer que los cambios duraderos no vienen del poder cómodo, sino del coraje incómodo.