Rusia y Corea del Norte han fortalecido su alianza estratégica con un acuerdo para la fabricación masiva de drones kamikaze Shahed en territorio ruso. Aproximadamente 25 mil trabajadores norcoreanos han sido enviados a la zona económica especial de Alabuga, en Tartaristán, Rusia. Esto para apoyar la producción de estas armas, clave en la ofensiva aérea rusa contra Ucrania a raíz del conflicto que ambas naciones mantienen.
La colaboración, confirmada por fuentes diplomáticas citadas por medios japoneses y occidentales, busca incrementar la capacidad de producción de 2 mil a 5 mil drones por mes. Aquello intensificará el conflicto en Europa del Este. El envío de trabajadores norcoreanos a Rusia responde a la necesidad de Moscú de mantener su ritmo ofensivo sin saturar su industria local.
Rusia y Corea del Norte tienen excelentes relaciones
Los drones Shahed, de origen iraní, son utilizados por Rusia para saturar las defensas antiaéreas ucranianas, consumiendo rápidamente las reservas de munición de Ucrania. Según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), esta alianza no solo refuerza la capacidad militar rusa. También permite a Pyongyang adquirir tecnología y experiencia en la producción de drones. Aquello podría alterar el equilibrio militar en la península coreana.
Además de la producción de drones, la cooperación incluye la reconstrucción de infraestructuras en la región rusa de Kursk, dañada por combates en 2024. El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, confirmó que mil zapadores y 5 mil obreros civiles norcoreanos participarán en estas tareas. Esta región, recuperada tras una incursión ucraniana, es considerada estratégica para la logística rusa.
Rusia está transfiriendo tecnología a Pyongyang.
La alianza entre Moscú y Pyongyang ha generado preocupación en la comunidad internacional. Corea del Sur, Japón y Estados Unidos han denunciado que esta cooperación viola resoluciones de la ONU que restringen el comercio de armas con Corea del Norte. Asimismo, el director de inteligencia militar ucraniano, Kyrylo Budanov, señaló que Rusia está transfiriendo tecnología a Pyongyang.
Imágenes satelitales recientes muestran la construcción de campamentos en Alabuga para alojar a los trabajadores norcoreanos, evidenciando la magnitud del proyecto. Kim Jong-un, líder norcoreano, ha enfatizado la importancia de los drones kamikaze por su bajo costo y eficacia. El líder informó que viene supervisando pruebas de modelos con inteligencia artificial en 2024.
Corea del Norte moderniza su industria militar.
Esta colaboración no se limita a la producción de armamento. Desde 2023, Corea del Norte ha enviado a Rusia millones de proyectiles de artillería y más de 11 mil soldados, según la inteligencia surcoreana. A cambio, Pyongyang recibe combustible, alimentos y asistencia tecnológica, modernizando su industria militar.
La creciente relación entre Rusia y Corea del Norte, consolidada con un tratado de defensa mutua en 2024, plantea desafíos para la seguridad global. Expertos advierten que esta alianza podría desestabilizar tanto el conflicto en Ucrania como la región de Asia-Pacífico, elevando las tensiones con las potencias occidentales y sus aliados.