Estados Unidos posee la MOP GBU-57, una bomba antibúnker diseñada específicamente para destruir instalaciones nucleares subterráneas, como las de Irán. Esta arma, conocida como Massive Ordnance Penetrator, puede perforar más de 60 metros de tierra o roca antes de detonar. Es la única en el mundo con capacidad para neutralizar búnkeres fortificados de alta profundidad. La bomba pesa más de 13 toneladas.
Esta arma solo puede ser desplegada por el bombardero stealth B-2 Spirit, un avión exclusivo de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. La MOP GBU-57 se desarrolló por Boeing para enfrentar amenazas de instalaciones subterráneas en países como Irán y Corea del Norte. Ambos países cuentan con infraestructura nuclear que está protegida en búnkeres profundos, bajo tierra.
La MOP GBU-57 es una bomba única en el mundo
La bomba, de seis metros de longitud, utiliza un sistema de guía GPS para alcanzar objetivos con precisión. Está diseñada para penetrar materiales como concreto reforzado o roca sólida. Su capacidad de perforación la hace ideal para atacar sitios como la planta de enriquecimiento de uranio de Fordow, ubicada en una montaña cerca de Qom, Irán.
El bombardero B-2, operado únicamente por la Fuerza Aérea de EE. UU., es el único avión capaz de transportar esta arma debido a su diseño stealth y su capacidad de carga. Con un costo aproximado de 2 mil millones de dólares por unidad, el B-2 puede llevar dos MOP en una sola misión. Aquello refuerza la ventaja estratégica de Estados Unidos en este tipo de operaciones. La Fuerza Aérea mantiene una flota de 20 B-2, en la base de Whiteman, Missouri.
Cada bomba cuesta 3,5 millones de dólares
El desarrollo de la MOP comenzó en 2004, con pruebas exitosas realizadas en 2009 y 2011 en el campo de pruebas de White Sands, Nuevo México. El Pentágono ha invertido en mejoras para aumentar su capacidad de penetración, incluyendo modificaciones en 2016 para contrarrestar defensas más avanzadas. Cada bomba tiene un costo estimado de 3,5 millones de dólares, y se han fabricado al menos 20 unidades, según informes desclasificados.
El contexto de esta capacidad militar se enmarca en las tensiones entre Estados Unidos e Irán, particularmente por el programa nuclear iraní. A pesar del acuerdo nuclear de 2015 (JCPOA), del que EE. UU. se retiró en 2018, Irán ha continuado enriqueciendo uranio. Aquello ha generado preocupaciones en Washington y sus aliados. La existencia de la MOP GBU-57 sirve como una herramienta de disuasión estratégica, aunque su uso implicaría una escalada significativa en el conflicto.
Irán ha fortalecido sus defensas subterráneas
El Departamento de Defensa ha enfatizado que la MOP es parte de su arsenal para garantizar la seguridad nacional frente a amenazas globales. Sin embargo, el despliegue de esta arma requeriría una decisión política de alto nivel, dado el impacto geopolítico que tendría en la región de Medio Oriente. Mientras tanto, Irán ha fortalecido sus defensas subterráneas, consciente de la capacidad estadounidense.
La MOP GBU-57 representa una ventaja tecnológica única para Estados Unidos, consolidando su posición como la única potencia capaz de atacar instalaciones fortificadas de esta magnitud.