El exvicepresidente Jorge Glas enfrenta un alto riesgo suicida, según una evaluación psiquiátrica reciente. La perito Ángela Salazar, experta en psiquiatría, criminología y medicina legal, determinó que el exfuncionario padece un trastorno depresivo recurrente, simulación consciente y una transformación persistente de la personalidad. Sin embargo, su conciencia e inteligencia permanecen intactas, aunque su voluntad para actividades cotidianas está disminuida.
Glas ha estado preso desde octubre de 2017, acumulando 2.280 días en prisión. La reclusión prolongada y la violencia carcelaria han afectado su salud mental. Durante el proceso judicial por el caso Reconstrucción de Manabí, en el que enfrenta un juicio por peculado, su defensa solicitó aplicar el artículo 76 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). Este artículo contempla la internación en hospital psiquiátrico para personas inimputables por trastornos mentales, con el fin de superar su perturbación y lograr la inclusión social. No obstante, la jueza Mercedes Caicedo suspendió la audiencia del 6 de junio de 2025, esperando el informe psiquiátrico que finalmente se presentó el 11 de junio.
Evaluación psiquiátrica y estado mental de Jorge Glas
El informe de la perito Ángela Salazar revela que Jorge Glas obtuvo un puntaje de 13 sobre 15 en la Escala Plutchik-Van Praag, instrumento psicológico que mide el riesgo suicida. Esto indica un alto nivel de riesgo que requiere intervención inmediata. Además, el exvicepresidente mostró ansiedad leve a moderada y depresión grave. La evaluación incluyó cinco test psicométricos que analizaron demencia, ansiedad, depresión, riesgo suicida y funcionamiento social, ocupacional y psicológico.
Durante la evaluación, Jorge Glas manifestó insomnio crónico, ideas suicidas reforzadas por la falta de sueño y prohibiciones en visitas y recreación desde enero de 2025. En abril de 2024, intentó suicidarse ingiriendo 60 pastillas, lo que derivó en su internación en el Hospital Naval. El expresidente expresó sentirse perseguido políticamente y víctima de un exterminio a su partido, responsabilizándose por estar en prisión. Recordó también un accidente de tránsito a los 12 años que le causó un traumatismo cráneo-encefálico, además del divorcio de sus padres durante su niñez.
Impacto de la prisión y recomendaciones médicas
El informe detalla que Jorge Glas ha vivido episodios violentos en prisión, como motines y descuartizamientos, que han dejado secuelas psicológicas. Experimenta alucinaciones auditivas y visuales relacionadas con la sangre, y presenta sueños recurrentes con personas fallecidas, incluyendo a su padre. También ha perdido contacto con su familia desde enero de 2025 debido a la suspensión de visitas en la Cárcel La Roca de Guayaquil.
La perito concluyó que, pese a la gravedad de la enfermedad mental de Glas, no se afecta su conciencia ni inteligencia, por lo que no recomendó su internamiento en un hospital psiquiátrico. En cambio, sugirió mantener el tratamiento psiquiátrico y psicológico en la cárcel, con un control estricto en la administración de medicamentos. Además, recomendó una junta médica urgente para evaluar y reajustar sus medicaciones, dado que presenta varias afecciones físicas y consume múltiples fármacos.
Próximos pasos judiciales
Jorge Glas deberá presentarse el 17 de junio de 2025 ante la Corte Nacional de Justicia para enfrentar su cuarto juicio por peculado en el caso Reconstrucción de Manabí. Anteriormente, fue sentenciado en los casos Sobornos y Odebrecht, mientras que su condena en el caso Singue fue anulada en casación.