El 16 de junio, la Iglesia católica celebra a San Juan Francisco Régis, sacerdote jesuita canonizado en 1737 por su labor misionera y dedicación a los pobres.
Formación y vocación
San Juan Francisco Regis nació el 31 de enero de 1597 en Fontcouverte, Aude, Francia, hijo de un comerciante ennoblecido, Jean Régis, y Marguerite de Cugunhan, noble de Languedoc, estudió en el Colegio Jesuita de Béziers desde 1611.
Por su inspiración en San Francisco Javier, ingresó al noviciado jesuita en Toulouse el 8 de diciembre de 1616. Fue ordenado sacerdote en mayo de 1630 tras estudiar retórica, filosofía y teología. Enseñó gramática en Billom (1619-1622), Le Puy-en-Velay (1625-1627) y Auch (1627-1628).
En 1631, comenzó su carrera apostólica y trabajó con víctimas de la peste en Toulouse. Su vocación misionera lo llevó a predicar en más de 50 distritos del sur de Francia, especialmente en Vivarais y Velay.
Misión y caridad de San Juan Francisco Régis
Régis se dedicó a los marginados, así predicó a hugonotes, católicos apóstatas, niños, presos y pobres. Desde 1632, en Montpellier, visitó hospitales, confesó y celebró misas. Fundó la Confraternidad del Santísimo Sacramento para recolectar alimentos y fondos para los necesitados.
Su obra más conocida fue rescatar mujeres de la prostitución, creando refugios y talleres de encaje, así les aseguró ingresos dignos. En 1633, el obispo de Viviers lo invitó a evangelizar regiones dominadas por calvinistas, y logró numerosas conversiones.
Filosofía y espiritualidad
La filosofía de Régis se basó en la sencillez, la cercanía a Dios y el servicio a los humildes. Sus sermones, directos y fervorosos, conectaron con todas las clases sociales.
Practicó una oración intensa y un ascetismo severo, viviendo con lo mínimo. Su lema, según sus escritos, era sacrificar la vida por la salvación de las almas, reflejando su amor por Cristo y los necesitados.
Canonización y milagros de San Juan Francisco Régis
Juan Francisco Régis murió el 31 de diciembre de 1640 en Lalouvesc, Ardèche, tras contraer neumonía durante una misión en invierno.
Fue beatificado el 18 de mayo de 1716 por Clemente XI y canonizado el 16 de junio de 1737 por Clemente XII. Su canonización se basó en su vida virtuosa y milagros, como curaciones atribuidas a su intercesión en Lalouvesc. Es patrono de los encajeros y misioneros rurales, según el papa Pío XII.
Celebración del 16 de junio
La festividad de San Juan Francisco Regis se celebra el 16 de junio, fecha de su canonización en 1737, según el Martirologio Romano.
En Lalouvesc, la Basílica de San Juan Francisco Regis, construida entre 1865 y 1900, es un centro de peregrinación donde se veneran sus restos. Los jesuitas franceses lo consideran su patrono.
Legado en la Iglesia de San Juan Francisco Régis
El legado de Regis incluye la revitalización de la fe en el sur de Francia y la fundación de obras caritativas. La Basílica de Lalouvesc y las Hermanas del Cenáculo, que se establecieron en 1804, perpetúan su memoria.
Su devoción inspiró a santos como Juan María Vianney y Marcelino Champagnat.
Contexto histórico
En el siglo XVII, Francia vivió conflictos religiosos tras las guerras entre católicos y hugonotes. La Contrarreforma impulsó misiones para reevangelizar zonas rurales.
Regis, como jesuita, respondió a esta crisis con predicación y caridad, por lo que enfrentó la hostilidad de calvinistas y proxenetas, pero logró un impacto duradero en la fe católica.