Ya hace algunos meses, el amigo calcetense y trovador sin límites, abogado Ángel Primitivo Ganchozo, me trajo a regalar su producción poética contenida en tres libros que he leído con unción.
Los leí justificando de esta manera dos vuelos en mi manera de conciliar la voluntad con el deber; que, indudablemente, son los artífices de este comentario. “Décimas”, “Unidad Educativa Cristo Rey” y “La epopeya del río”, un relato armonioso que el amigo referido comparte su autoría con otros distinguidos escribientes, como Carlos Avellán Vera, José Rolando Mendoza, Fredy V. Navarrete N., Leoncio Arévalo Ávila, Ángel Pablo Zambrano Z., Pedro Zambrano Z. y Homero Velásquez García, con un largo y jugoso “Casi un antropólogo”, firmado por el Lcdo. Carlos Avellán Vera, que es un amigo, enseñado ya a estas justas de la palabra. Relatos magníficos, con reverencial armonía a hechos y acontecimientos de esa tierra maravillosa, como Calceta, cuyo recuerdo sobrevive al tiempo y a la memoria…
Dejo, para una posterior comparecencia, el libro sobre mi querido colegio Cristo Rey. Porque unto mi palabra con la maravillosa y ya desdeñada preceptiva literaria, que envuelve el talento creativo del poeta, en este caso, una modalidad muy antigua de versificar, como es la décima. Y, por supuesto, que estoy prendido de la historia; desde aquellos primeros versificadores, hoy día totalmente olvidados. Y para darle consistencia a mi comentario, me arrimo feliz a una colección de cuatro tomos de “Historia de la literatura universal”, de Martín Alonso (y que debe estar en mi poder desde hace más de sesenta años). Y, en efecto, y tal cual lo aprendimos en un principio, la décima de hoy día se la conocía como estrofa de diez versos; y muy eficaz y utilizada en el siglo XVI. Lo demás, todo está en la internet. ¡Y a un carajo los libros!
En este caso, nuestro poeta amigo y decimero sutil e inteligente recoge en su robusto libro más de seiscientas décimas, en un jolgorio armonioso y, a la vez, histórico, porque por su inspiración pasa la gente de la cultura manabita como Horacio Hidrovo Peñaherrera, Vicente Espinales Tejena, Horacio Hidrovo Velásquez, Vicente Amador Flor Cedeño, Ximena Mendoza, Vicenta Alarcón, Wadía Lauando. Y una décima de dedicatoria para el escribiente…
Suficiencia y armonía, color y versos andantes en una tropelía de imágenes que consagran a este amigo decimero en la fantasía creadora de su inspiración atónita…