La tasa de desempleo en Ecuador se redujo al 3,3% en marzo de 2025, según la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), reflejando una mejora frente al 4,1% del primer trimestre de 2024. A pesar de este avance, las personas sin título universitario aún enfrentan barreras estructurales para acceder a empleos formales y bien remunerados. Sin embargo, el mercado laboral está evolucionando, ofreciendo oportunidades que priorizan habilidades prácticas, compromiso y experiencia sobre la educación formal.
Un mercado laboral en transformación
El panorama laboral en Ecuador muestra signos de cambio. La disminución en la tasa de desempleo indica una recuperación económica, pero persisten desafíos como la informalidad y la falta de acceso equitativo a empleos de calidad. No obstante, sectores como logística, atención al cliente y producción están abriendo puertas a quienes no cuentan con formación universitaria, valorando competencias adquiridas en la práctica.
Viviana Rodríguez, directora de Operaciones de SGF Global Ecuador, destaca: “La falta de un título universitario no debe ser un obstáculo para el empleo digno. Es crucial reconocer el valor de las habilidades prácticas y la mano de obra calificada”. Esta perspectiva refleja un cambio hacia modelos laborales más inclusivos, donde el potencial y la capacitación son clave.
11 opciones laborales en auge
El mercado laboral ecuatoriano ofrece una variedad de roles accesibles para personas sin estudios superiores. A continuación, se presentan 11 ocupaciones con alta demanda:
- Asistente de bodega y logística: Gestiona almacenamiento y despacho de productos, requiriendo organización y conocimientos básicos de inventarios.
- Operario de producción: Participa en procesos industriales, donde se valora la precisión y el seguimiento de procedimientos.
- Promotor de ventas: Se enfoca en la atención al cliente, destacando habilidades comunicativas.
- Auxiliar de limpieza: Garantiza la higiene de espacios, priorizando responsabilidad y atención al detalle.
- Call center / Atención al cliente: Brinda soporte telefónico o digital, necesitando empatía y resolución de conflictos.
- Ayudante de cocina: Apoya en la preparación de alimentos, cumpliendo con normas de higiene.
- Recolector de residuos reciclables: Contribuye a la sostenibilidad mediante la clasificación de materiales reutilizables.
- Mensajero o repartidor: Realiza entregas, valorando puntualidad y conocimiento de rutas.
- Encuestador de puntos de venta: Recopila datos sobre comportamiento del consumidor, requiriendo movilidad y comunicación efectiva.
- Montacarguista: Opera maquinaria para mover carga, exigiendo certificación y cumplimiento de normas de seguridad.
- Envasador: Se encarga del empaque y etiquetado, destacando por rapidez y precisión.
Empleabilidad inclusiva
Estas ocupaciones reflejan una tendencia hacia la valorización de competencias prácticas. Sectores como comercio, logística y servicios priorizan habilidades que no dependen de un título universitario. Además, empresas están invirtiendo en programas de capacitación para fortalecer el desarrollo profesional de sus empleados, promoviendo una empleabilidad sostenible.
Por ejemplo, roles como montacarguista o asistente de bodega requieren certificaciones específicas que pueden obtenerse en cursos cortos, mientras que posiciones como auxiliar de limpieza o repartidor valoran la experiencia práctica y la actitud. Esta apertura beneficia a miles de ecuatorianos que buscan insertarse en el mercado laboral formal.
Informalidad laboral
A pesar de las oportunidades, persisten retos como la informalidad y la necesidad de mejorar las condiciones laborales. Según expertos, la capacitación continua y la adaptación a nuevas tecnologías serán fundamentales para mantener la competitividad de estos perfiles. Asimismo, el fortalecimiento de políticas públicas que promuevan la inclusión laboral puede consolidar este cambio en el mercado.
El panorama laboral en Ecuador está evolucionando hacia un modelo más inclusivo, donde las habilidades y el compromiso abren puertas para quienes no cuentan con un título universitario. Estas oportunidades representan un paso hacia una economía más equitativa y diversa.