Un estudio publicado en Nature revela que al eliminar la capacidad de producir cisteína, un aminoácido esencial, ratones perdieron hasta un 30% de su peso en solo una semana. La investigación, liderada por el Dr. Wei Zhang, sugiere un nuevo enfoque para combatir la obesidad, aunque aún no se ha probado en humanos.
Investigadores del Departamento de Bioquímica de la Universidad de Stanford modificaron genéticamente ratones para bloquear la producción de cisteína, un aminoácido presente en alimentos como el germen de trigo. El resultado fue sorprendente: los ratones perdieron un 30% de su peso corporal en una semana, según el estudio publicado en Nature. “La cisteína regula el metabolismo a través de la síntesis de glutation y coenzima A, y su ausencia acelera la quema de grasa”, explica el Dr. Wei Zhang.
El experimento mostró que la falta de cisteína reduce los niveles de glutation (un antioxidante) y coenzima A (clave en el metabolismo), lo que dispara el gasto energético y la pérdida de grasa, incluso sin cambios en la dieta.
Implicaciones de la cisteína para la obesidad
La obesidad, que afecta a más de 800 millones de personas según la OMS, es un desafío global. Este hallazgo sugiere que manipular la cisteína podría ser una vía para desarrollar tratamientos contra el sobrepeso. “No se trata de eliminar la cisteína de la dieta, sino de regular su síntesis en el cuerpo”, aclara Zhang. Los ratones no mostraron efectos secundarios graves, pero la pérdida de peso fue acompañada de cambios en el estrés oxidativo.
Aunque prometedor, el estudio tiene limitaciones. La cisteína es esencial para funciones como la síntesis de proteínas y la protección celular. Su eliminación total en humanos podría causar problemas neurológicos o inmunológicos, como se vio en estudios sobre la enfermedad de Huntington. Los investigadores advierten que los resultados en ratones no son directamente aplicables a humanos y requieren ensayos clínicos.
¿El fin de las dietas?
Comparado con otros enfoques, como el uso de digoxina para reducir inflamación en ratones obesos, este método es único por su rapidez. Sin embargo, los científicos piden cautela: “Necesitamos entender cómo modular la cisteína sin dañar otros procesos vitales”, dice Zhang. La investigación abre puertas a nuevas terapias metabólicas.
El descubrimiento no implica eliminar la cisteína de la dieta, ya que se encuentra en alimentos comunes como carne y trigo. En cambio, se centra en terapias que inhiban su síntesis. Mientras el mundo espera más estudios, este avance recuerda que la ciencia sigue buscando soluciones innovadoras para la obesidad.