Estados Unidos y China acordaron reducir drásticamente aranceles, reanudando el comercio tras meses de tensiones. El pacto busca aliviar la guerra comercial iniciada por medidas asumidas por el presidente Donald Trump.
Un alto temporal en la guerra comercial
Estados Unidos y China redujeron aranceles impuestos en abril de 2025. El pacto dura 90 días, hasta el 10 de agosto de 2025. La decisión responde a la presión económica global. Los aranceles altos frenaban el comercio bilateral. Ambos países buscan estabilidad en sus economías.
Estados Unidos bajó su tasa arancelaria del 145% al 30%. China redujo la suya del 125% al 10%. Así, el comercio entre las dos mayores economías mundiales se reactiva. Sin embargo, el acuerdo no resuelve conflictos estructurales.
Impacto inmediato en los mercados
La tregua impulsó los mercados financieros globales. Las bolsas europeas subieron entre 0.5% y 1.6%. El índice Hang Seng de Hong Kong creció 2.98%. La bolsa de Shanghái avanzó 0.82%. El precio del petróleo Brent aumentó 3.6%, alcanzando $66.25 por barril.
Por otra parte, el dólar se fortaleció frente al yen y el euro. Los inversores celebraron la desescalada arancelaria. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre la duración del acuerdo. Los aranceles actuales siguen siendo más altos que antes de abril. Esto afecta a empresas y consumidores.
La escalada arancelaria
La guerra comercial se intensificó en abril de 2025. Trump impuso aranceles del 145% a productos chinos. China respondió con aranceles del 125%. Inicialmente aplicó tasas del 34%, luego del 84%. Estas medidas equivalían a un embargo comercial.
Así, mismo, los aranceles causaron caídas en los mercados globales. El Fondo Monetario Internacional recortó previsiones de crecimiento. Redujo 0.9 puntos para EE.UU. y 0.6 puntos para China. Algunas cadenas de suministro enfrentaron desabastecimientos y empresas estadounidenses reportaron pérdidas significativas.
Otros puntos de la negociación
Las negociaciones abordarán temas complejos. Entre ellos, el déficit comercial y el tráfico de fentanilo. China mostró disposición a colaborar en este último punto.
Además, el acuerdo no elimina todos los aranceles. Los niveles actuales son superiores a los de 2024. Esto genera costos adicionales para empresas. Los consumidores enfrentan precios más altos. La tregua ofrece una ventana para negociar un pacto permanente.
Perspectivas y desafíos
Scott Bessent afirmó que ambas partes evitan una desvinculación económica total. EE.UU. busca un comercio equilibrado. Mantendrá una “disociación estratégica” en sectores clave. Estos incluyen semiconductores, medicamentos y acero.
China ve el acuerdo como un logro parcial. Redujo aranceles sin grandes concesiones. Sus exportaciones a EE.UU. cayeron del 19% en 2018 al 15% en 2024. Esto refleja menor dependencia del mercado estadounidense.
Analistas advierten sobre la fragilidad del pacto. Mark Williams, de Capital Economics, lo considera una retirada de la propuesta inicial de Trump. Zhiwei Zhang, de Pinpoint Asset Management, lo ve favorable para China. Sin un acuerdo duradero, los aranceles podrían regresar.
¿Qué sigue?
Los próximos 90 días serán cruciales. Las negociaciones definirán el futuro del comercio. Los temas incluyen propiedad intelectual y acceso a mercados. Un acuerdo permanente evitaría una nueva escalada.
Si no hay pacto, los aranceles podrían volver al 145% y 125%. Esto reavivaría la incertidumbre económica. Empresas e inversores planean estrategias ante ambos escenarios. Los mercados seguirán atentos a las negociaciones.La tregua muestra voluntad de diálogo. Sin embargo, las diferencias persisten.