Iesmín Pincay, quien enfrentó el cáncer de mama durante quince años con una valentía que la convirtió en un símbolo de resiliencia, falleció este miércoles 7 de mayo del 2025. La hermana de Michela Pincay dejó un legado de fortaleza y conciencia sobre la enfermedad. Iesmín, diagnosticada a los 23 años en 2010, compartió su historia en el pódcast Hola Hermana en 2023, inspirando a miles con su mensaje de esperanza y determinación. Su lucha, marcada por quimioterapias, cirugías y metástasis, buscó generar conciencia sobre la detección temprana y la importancia de enfrentar la adversidad con entereza.
Iesmín Pincay no era una figura pública antes de su diagnóstico, pero su testimonio transformó su vida en un faro para quienes enfrentan el cáncer. En el episodio “Mi vida con cáncer” del pódcast Hola Hermana, publicado el 3 de agosto de 2023, narró cómo una pequeña masa ignorada por miedo resultó ser cáncer de mama. “Sabía que era cáncer, lo sentía. Pero tenía miedo, y por miedo no actué a tiempo”, confesó. Tras contárselo a su madre, enfrentó una mastectomía y un arduo tratamiento que incluyó quimioterapias de seis horas, pérdida de cabello y dolor intenso. “La medicina me quemaba, sentía mucho dolor en el brazo”, relató sobre su primera sesión.
El cáncer salvó a Iesmín Pincay
A pesar de los retos, Iesmín encontró fuerza en su perspectiva transformadora. “El cáncer me salvó, porque me hizo ver la vida con otros ojos”, afirmó en el pódcast. Su capacidad para reírse de sí misma, como cuando se rapó el cabello y dijo “me veo linda, fuerte, libre”, desarmó estigmas y mostró su espíritu inquebrantable. Incluso en los momentos más duros, como la metástasis en una vértebra en 2016, mantuvo una actitud de gratitud: “Uno tiene que agradecer porque siempre hay personas peor que tú”. En esa etapa, perdió 25 libras y enfrentó radiaciones que le causaron graves efectos secundarios, pero insistió en vivir con propósito.
La relación con su hermana Michela Pincay fue un pilar fundamental. Michela, conocida por su trabajo en televisión y redes sociales, acompañó a Iesmín en cada etapa, compartiendo públicamente su lucha. En diciembre de 2024, Michela reveló que el cáncer había regresado con fuerza, pidiendo un “milagro” para su hermana. El 6 de mayo, un día antes del fallecimiento, publicó un emotivo mensaje: “Mi cielo, me quedo corta cuando hablo de ti… Le estoy contando a Jesús lo fuerte que eres”. La conexión entre las hermanas, llena de amor y apoyo mutuo, conmovió a sus seguidores y amplificó el mensaje de Iesmín.
Tuvo algunas recaídas, pero salía airosa
A lo largo de su batalla, Iesmín enfrentó múltiples recaídas, cirugías de reconstrucción y tratamientos intensivos. En 2016, durante el terremoto que sacudió Ecuador, la metástasis y un tratamiento agresivo la llevaron al límite, pero ella lo vio como una oportunidad para aprender. “Aprendí a vivir con dolor, pero también a agradecer lo que sí tenía”, dijo. Su hogar fue escenario de quimioterapias, pero también de momentos de alegría, como fiestas con pelucas y conversaciones que fortalecieron los lazos familiares.
Iesmín se convirtió en el pilar emocional de su familia, apoyando especialmente a su madre y a Michela. Su forma directa de hablar del cáncer, sin tabúes, hizo de su historia una herramienta de concientización. Abogó por la detección temprana, advirtiendo que “el tiempo es amigo del cáncer”. Su legado resuena en quienes la conocieron y en los oyentes del pódcast, que encontraron en su voz un ejemplo de cómo enfrentar la adversidad con dignidad.
El fallecimiento de Iesmín Pincay deja un vacío profundo, pero su mensaje perdura. Su vida, marcada por la lucha y la generosidad, sigue inspirando a mujeres y familias a priorizar la prevención y a encontrar fuerza en los momentos más difíciles.